Los celestes tenían que conseguir abstraerse de la fiesta que se vivía en la grada para conseguir una victoria que les permitiese seguir aspirando a la quinta plaza. El equipo de Berizzo salió concentrado al campo, consciente de cúal era su objetivo, y desde el primer minuto se hizo con el control del partido ante un Málaga que no se jugaba nada.
El conjunto celeste trataba de buscar huecos en la defensa malaguista y en el minuto 12 Tucu Hernández encontró uno. El centrocampista combinó con Wass y se plantó en el área. En vez de disparar a puerta optó por cederle el esférico a Iago Aspas. El moañés, algo forzado, no llegó. Seis minutos después, se produjo una jugada similar. En esta ocasión, Nolito habilitó con un gran pase a Wass, que también optó por buscar a Iago Aspas en vez de disparar. Ochoa llegó antes que el delantero.
El tanto llegó a la media hora. El gran protagonista de la jugada fue Nolito, que la inició y también la finalizó. El gaditano se fue como un rayo en una contra, llegó a la frontal del área y le cedió el esférico a Iago Aspas. El canterano supo esperar el momento justo para enviarle un pase entre los centrales a Orellana, que se incorporaba por la derecha. El chileno dio el pase atrás y Nolito, a puerta vacía, marcó el 1-0.
El Celta encontró el premio que estaba buscando ante un rival que estaba demostrando que no se jugaba nada. No obstante, hubo réplica malaguista cinco minutos después del tanto de Nolito. Recio, con un disparo directo de falta, obligó a Rubén a emplearse a fondo. Esta buena intervención del portero se vio un tanto empañada poco después cuando el canterano salió para atajar un balón y con la inercia acabó sacándolo fuera del área cuando lo tenía en sus manos. El árbitro le perdonó la amarilla, pero señaló falta. Esta vez, el disparo de Recio no trajo peligro. Eso sí, unos minutos antes del error de Rubén, Nolito pudo marcar el segundo. El gaditano robó el esférico a un defensa y se plantó ante Ochoa. Su disparo cruzado fue repelido por el guardameta mexicano.
Los celestes iniciaron la segunda mitad con la firme intención de marcar el segundo gol y sentenciar el encuentro. Pero tras unos primeros minutos de dominio, el Málaga reaccionó, daba la impresión de que la lluvia, que comenzaba a caer con fuerza sobre Balaídos, había refrescado sus ideas. El conjunto andaluz volcó su juego a la banda derecha, donde un entonado Atsu estaba poniendo en serios aprietos a Planas. La ocasión más clara la tuvo Camacho en el 52. El centrocampista rompió por dentro y se plantó ante Rubén. El guardameta aguantó bien y acabó sacando su disparo con el pie.
Tras este acoso visitante, el partido se tranquilizó. El Celta volvió a tener el control del esférico y trato de jugar con más paciencia. El sol salió de nuevo y Aspas a punto estuvo de marcar. El moañés recibió un pase de Nolito y tras una carrera de más de 40 metros intentó batir a Ochoa con una vaselina, su especialidad. El meta mexicano acertó a desviar el disparo con la manopla y mandar el balón a córner.
El Málaga tuvo alguna oportunidad para empatar en los últimos minutos, pero no las aprovechó. La más clara fue de nuevo de Camacho. El centrocampista, libre de marca, disparó a las manos de Rubén. Sonaba A Rianxeira en la grada, pero era el conjunto visitante el que dominaba. Afortunadamente, el marcador ya no se movió y la fiesta fue completa.
Celta: Rubén Blanco; Jonny, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Planas; Marcelo Díaz, Daniel Wass (Radoja, min. 71), Tucu Hernández; Orellana (Drazic, min. 89), Nolito y Iago Aspas (Guidetti, min. 80).
Málaga: Ochoa; Miguel Torres, Weligton, Filipenko, Ricca; Atsu, Camacho, Recio (Duda, min. 83), Chory Castro (Juanpi, min. 65); Charles y Cop (Uche, min. 79).
Gol: 1-0, min. 30: Nolito.
Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los visitantes Ricca y Recio. Expulsó al entrenador del Málaga Javi Gracia.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 37ª jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de Balaídos ante 21.021 espectadores.