España se adelantó en el marcador gracias a un gol en propia meta de Ignashevich en el minuto 12. Antes del descanso, en el 41, Dzyuba empató al transformar un penalti cometido por Piqué.
Como viene siendo habitual en este Mundial, Iago Aspas no fue la primera opción de Fernando Hierro. A pesar de que un gol suyo ante Marruecos le dio a la selección la primera plaza del grupo, el moañés volvió a comenzar desde el banquillo este partido de octavos de final. El seleccionador recurrió a él en el minuto 78, cuando España estaba más espesa. El delantero celeste se mostró muy participativo desde su entrada en el terreno de juego. De hecho, en el minuto 84 participó en la ocasión más clara de España al realizar una dejada a Iniesta, que disparó a puerta y se topó con el meta ruso.
Pese a la actuación de Aspas, España no logró marcar el segundo gol y el encuentro se fue a la prórroga. En el tiempo extra, Rusia se echó todavía más atrás ante la desesperación de la selección española, que no era capaz de hilvanar jugadas de peligro. Eso sí, en el 108 a punto estuvo de marcar el excéltico Rodrigo, que había saltado al campo en la prórroga. Su disparo lo sacó de puños Akinfeev. En los últimos minutos España reclamó un penalti sobre Piqué en una jugada a balón parado, pero el árbitro, tras consultarlo con el VAR, decidió no señalarlo.
El partido se fue a los penaltis y Iago Aspas fue el encargado de lanzar el quinto y definitivo. Antes Koke había fallado el tercero, mientras que Rusia había transformado sus cuatro lanzamientos. Por tanto, toda la presión era para el moañés. Por desgracia, Akinfeev adivinó las intenciones del céltico y detuvo el penalti, acabando así con su sueño y con el de la selección española.