Empezar sumando es importante y teniendo en cuenta las dos últimas temporadas llenas de sufrimiento un punto bien vale para empezar el curso. El Celta empató este sábado en el primer choque de la campaña. Fue sin goles y sin un juego espectacular, pero con relativa tranquilidad en defensa y apuntando maneras con su tridente de ataque.
El Eibar puso las cosas complicadas, especialmente en el primer tiempo. Su portero, Dimitrovic, fue sin duda el mejor del encuentro. Tres grandes paradas suyas evitaron que el equipo vigués se llevase los tres puntos. Brillaron Emre Mor, definitivamente recuperado para la causa, e Iván Villar, que respondió en un complicado campo.
Y es que dos paradones de Dimitrovic en los 10 primeros minutos bien pudieron cambiar el rumbo del choque. Primero Nolito y luego Emre Mor pusieron a prueba al portero local, que sacó dos manos milagrosas cuando los celestes ya cantaban gol.
El peligro para el club vigués, tal y como ocurrió en pretemporada, llegó por su banda derecha. Aidoo y Mallo sufrieron ante Inui y Kike García. No fue un torbellino el Eigar, pero a base de empuje acabó llegando y generando peligro.
Al Celta le costó sacarse la presión de encima y su centro del campo pasó inadvertido en ataque. Tan solo cuando Aspas o Mor se ofrecieron en la parcela más ancha pudo el equipo vigués carburar y salir con su tridente hacia el marco contrario.
Brais tuvo otra gran ocasión a la media hora tras un precioso control en el área y una vaselina que se fue muy cerca de la portería. El juego se trabó. Tapia y Okay se pegaron con Diop y Expósito y equilibraron el choque antes del descanso.
La segunda parte se abrió con el conjunto de Óscar García más mandón y una excelente oportunidad para Aidoo tras un centro de Brais que no supo enganchar a la red. Los vigueses pasaron a dominar el tempo del partido claramente, con Okay en su mejor versión ofreciendo fluidez en la salida de balón.
A pesar de todo, a los celestes les costó el último remate. Tuvo otra clara Emre Mor antes de comenzar el carrusel del cambios de Mendlibar, dando entrada a Recio y a Kadzior.
La jugada del partido la protagonizó el turco, con tres regates en la línea de fondo y un disparo que obligó a intervenir de nuevo a Dimitrovic en dos ocasiones para alejar el peligro. Se merecía el gol, por su calidad, pero también por el esfuerzo demostrado durante todo el partido.
Con el paso de los minutos el Celta mejoró y dispuso de más llegadas. El Eibar se limitó a achicar, con balones largos en busca de algún cabezazo milagroso o un corner que le diese opciones. Óscar García retiró a Brais, esforzado pero fallón, y dio entrada a Baeza.
En los últimos minutos apenas hubo opciones de gol, sí llegadas, pero con poco peligro. El punto sabe a poco, pero a fin de cuentas empezar sumando siempre es importante.
Eibar: Dimitrovi; Bigas, Correa, Oliveira, Sergio; Diop, León (min.84, Soares), Inui (min.60, Kadzior), Expósito; Enrich (min.67, Recio) y Kike García.
Celta: Iván Villar; Mallo, Aidoo, Araújo, Olaza; Okay, Tapia, Brais (min.73, Baeza); Emre Mor (min.86, Santi Mina), Nolito y Aspas.
Árbitro: Pizarro Gómez (Colegio Madrileño). Mostró cartulinas amarillas a Bigas, Nolito, Sergio, Olaza, Juncá, Okay y Diop. Expulsó a Diop por doble amarilla.
Incidencias: Partido de la primera jornada de La Liga disputado sin público en el Estadio de Mendizorroza.