El Celta salió con todo en San Mamés. Berizzo, como ya había anunciado, reforzó el centro del campo con la intención de ganar en la presión al Athletic y durante la primera media hora de juego lo consiguió. Los celestes, en esos minutos, fueron aquel equipo que deslumbró en el Sánchez Pizjuán o en El Madrigal, una máquina intensa y perfectamente engrasada, una avalancha de fútbol. Nada hacía presagiar que todo se torcería antes del descanso.
Y es que el primer acercamiento celeste a la portería de Iraizoz llegó antes de que se cumpliese el minuto 1. Fue a la contra, tras un lanzamiento de córner a favor del Athletic. Nolito le cedió el esférico a Aspas, que se fue arriba como una flecha. Marcelo Díaz le acompañaba en la contra y el moañés decidió cederle el esférico, que fue interceptado por un defensa local. Solo dos minutos después, Aspas volvió a ser protagonista al llegar hasta línea de fondo y poner un centro al segundo palo. Orellana estaba por allí. Su disparo se marchó fuera.
El Athletic estaba desconcertado ante la intensidad viguesa. Los de Ernesto Valverde eran incapaces de dar más de dos pases seguidos. Cuando intentaban combinar, aparecía inmediatamente un jugador vestido de celeste para robarles el esférico.
Los locales intentaron contrarrestar la presión del Celta con la misma arma y el partido se convirtió en una cruenta batalla en el centro del campo. Y en medio de este fuego cruzado se impuso la inteligencia de Marcelo Díaz. En el minuto 13, el chileno, con un sutil toque de balón, desarmó la resistencia local. Tras varios rechaces, el esférico le llegó a él. Lo tocó de primeras, con suavidad, y con su pase dejó a Orellana solo ante Iraizoz, al que batió con un disparo que se coló entre sus piernas.
El gol le sentó bien al Celta y minó la moral del Athletic. Los de Berizzo comenzaron a tocar con mucho criterio en las proximidades del área bilbaína. En el 28, Jonny llegó hasta línea de fondo y envió el pase de la muerte. Por desgracia, no encontró rematador.
Pero a la media hora cambió el partido. El Athletic dio un paso hacia adelante y comenzó a inquietar a Sergio. En el 36 se produjo una jugada clave. Beñat, desde su propio campo, envió un pase larguísimo al área. Sergio no salió a por el balón y este le llegó a Aduriz, que le había ganado la partida a Cabral. El central argentino no tuvo más remedio que agarrar al delantero para que no rematase. El árbitro no lo dudo: penalti. El propio Aduriz fue el encargado de transformar la pena máxima.
El encuentro se complicó todavía más antes del descanso. Aduriz y Cabral, que llevaban enfrascados en una dura pugna durante todo el encuentro, volvieron a ser protagonistas. El central argentino cayó en las provocaciones del delantero vasco y acabó expulsado. Ambos chocaron en la frontal del área. Aduriz permaneció tendido en el suelo y Cabral pasó sobre él rozándole con la bota en la cara. El jugador del Athletic exageró ese contacto y Estrada Fernández decidió expulsar al céltico. Aduriz llevaba todo el partido tratando de desquiciar a Cabral y al fin lo había conseguido. El decorado del partido cambiaba totalmente y el Celta sabía que le iba a tocar sufrir.
Los de Berizzo tuvieron que echarse atrás. Hugo Mallo se colocó de improvisado central (en la segunda parte le cedió momentáneamente este puesto a Radoja) y el dominio pasó a ser del Athletic, que buscó con ahínco, aunque sin demasiado acierto y precisión, el gol en los primeros minutos de la segunda mitad. Un zapatazo de Raúl García que se estrelló en el palo fue la ocasión más clara de los locales en estos compases del partido.
Berizzo intentó amarrar el punto sentando a Iago Aspas y dando entrada en el campo a Radoja. Parecía que el Celta podía resistir. Y es que el Athletic tampoco estaba fino. A pesar de sus muchas llegadas, no lograba inquietar a Sergio. Hasta el minuto 71. Williams le cedió el balón a Raúl García en el área pequeña. El mediapunta, desde el suelo, consiguió rematar el cuero y batir a un desacertado Sergio.
El Celta había estado jugando con fuego, El conjunto vigués no sabe especular y parecía cuestión de tiempo que el gol llegase, a pesar de que el Athletic no estaba mostrándose muy acertado. Paradójicamente, el tanto en contra liberó a los celestes, que en los últimos minutos se volvieron a ir arriba, ya sin nada que perder. Casi en el descuento, Guidetti tuvo una buena ocasión, pero se topó con Iraizoz. Por desgracia, no hubo milagro y el Celta encajó una derrota con la que se cae del quinto puesto.
Athletic: Iraizoz; De Marcos, Balenziaga, Etxeita (Iturraspe, min. 59), Bóveda; San José, Beñat; Susaeta, Raúl García, Muniain (Iñaki Williams, min. 59); Aduriz (Viguera, min. 85).
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Marcelo Díaz (Planas, min. 68), Wass (Guidetti, min. 81), Tucu Hernández; Orellana, Nolito y Iago Aspas (Radoja, min. 54).
Goles: 0-1, min. 13: Orellana; 1-1, min. 37: Aduriz, de penalti; 2-1, min. 71: Raul García.
Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán). Mostró tarjetas amarillas a los locales Raúl García; y a los visitantes Marcelo Díaz y Orellana. Expulsó a Cabral con roja directa en el minuto 40.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 36ª de Primera División disputado en el estadio de San Mamés.