Este miércoles había ambiente de partido grande en Balaídos. El estadio presentó la mejor entrada de la temporada y no solo era una cuestión de número, también el ánimo estaba por las nubes. La afición sabía que también tenía que jugar ante el Madrid y no faltó a su cita. Sobre el terreno de juego, ninguna sorpresa en el once del Celta. Guidetti ocupó el lugar del sancionado Tucu Hernández. Y con el sueco en punta, Aspas pasó a la derecha.
Muchos más quebraderos de cabeza le creó a Zidane la confección de su once debido a las numerosas bajas. Finalmente, optó por situar a Casemiro como improvisado central junto a Sergio Ramos. Arriba, Benzema y Asensio acompañaron a Cristiano Ronaldo.
En la primera parte, la posesión fue para el Madrid. El Celta trataba ser un equipo ordenado y junto. No quería dejar espacios y jugaba con paciencia. Sabía que si robaba, podría tener alguna ocasión. Pero a pesar de que el balón era blanco, su juego era parsimonioso. Los de Berizzo encajaban sin despeinarse los flojos golpes de su rival.
Tras un flojo disparo de Isco que se marchó manso a las manos de Sergio, el Celta dispuso de su primera ocasión. Aspas le metió un buen balón a Wass. Este dejó de espuela para Guidetti, que disparó desde la frontal demasiado alto.
Después de este primer aviso, a los célticos les costó más llegar arriba. Conforme avanzaban los minutos, el Real Madrid iba encajonando al equipo vigués, que sufría por arriba. Y así llegó una jugada que pudo cambiar el partido. Isco centró al área, Sergio se quedó a media salida y apareció Cristiano Ronaldo para cabecear el balón. El portero enmendó su error inicial y, acariciando la pelota con los dedos, logró desviar su trayectoria y que esta se estrellase en el larguero. El rechace le cayó al propio Cristiano, que, para alivio del celtismo, volvió a toparse con el palo. El Celta se había librado del gol por centímetros en dos acciones consecutivas.
El Real Madrid estaba asustando. Pero cuando peor pintaban las cosas, el Celta logró respirar. Los de Berizzo al fin consiguieron robar e irse hacia adelante, gozando de ocasiones claras. En el 34, un error en un pase de Casemiro propició que le llegase el balón a Aspas dentro del área. El moañés controló el esférico y en vez de disparar, decidió pasar a Wass, que estaba solo en boca de gol. Pero no logró imprimirle la fuerza necesaria a su pase y no llegó el balón al danés.
Solo unos minutos después, el que dispuso de una ocasión clamorosa fue Guidetti. Tras un saque directo de Sergio, el balón le llegó al sueco para que encarase a Casilla. El portero blanco, con una gran parada, logró despejar a córner. En la jugada posterior, Marcelo Díaz también la tuvo, pero su disparo desde la frontal también fue atajado por el meta blanco.
A pesar de que el dominio era del Real Madrid, el Celta se estaba mereciendo un gol. Y lo encontró antes del descanso. Wass se internó en el área, le pasó el balón a Guidetti y este volvió a fallar ante Casilla. Pero la fortuna quiso que el rechace del portero impactase en Danilo y que la pelota se acabase colando en la portería. El brasileño, que estaba completando un buen partido, obligando a Bongonda a prácticamente actuar de lateral, se convirtió en el héroe involuntario de Balaídos.
La segunda parte comenzó con el Celta atacando, pero esto duró poco. El Madrid de nuevo tomó el mando. Sin embargo, seguía sin contar con ocasiones claras de gol. Parecía que el Celta tenía controlado el partido. Y así fue. Hasta el tanto del empate. Su autor fue Cristiano Ronaldo con un potente disparo de falta.
El tanto no le sentó bien al Celta, que se rompió por completo. Había muchos espacios y el Real Madrid parecía dispuesto a aprovecharlos. Se sucedían las ocasiones en el área céltica. La más clara, una de Sergio Ramos en una jugada a balón parado. Su testarazo se marchó fuera por escasos centímetros.
Pero el Celta aguantó el chaparrón y de nuevo pudo salir e incluso acercarse al área rival. Tras este pequeño respiro, llegó un nuevo arreón del Madrid en los últimos diez minutos. Berizzo decidió enfriar el partido dando entrada en el campo a Jozabed en lugar de un exhausto Guidetti.
Y en el 84 se acabó el sufrimiento. Wass hizo el gol de la victoria tras una jugada combinada con Marcelo Díaz y Jozabed. Delirio en Balaídos. Pero el Madrid tenía una última bala. Lucas Vázquez hizo el 2-2 en el 89. Los celestes lograron resistir. Y ahora, a por las semifinales. El Celta conocerá a su rival el viernes.
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Marcelo Díaz, Radoja, Wass (Sergi Gómez, min. 87); Iago Aspas (Fontás, min. 91), Bongonda y Guidetti (Jozabed, min. 83).
Real Madrid: Casilla; Danilo, Casemiro (Mariano, min. 88), Sergio Ramos, Nacho; Kroos, Kovacic, Isco (Morata, min. 79); Marco Asensio (Lucas Vázquez, min. 75), Benzema y Cristiano Ronaldo.
Goles: 1-0, min. 43: Danilo, en propia meta; 1-1, min. 61: Cristiano Ronaldo; 2-1, min. 84: Wass; 2-2, min. 89: Lucas Vázquez.
Árbitro: Sánchez Martínez (colegio murciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Hugo Mallo, Jonny y Wass; y a los visitantes Danilo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Balaídos ante 23.491 espectadores.