La histórica victoria del Celta en el Camp Nou ha tenido efectos devastadores. Los celestes todavía están sumidos en la depresión que reemplaza al clímax. Tras ganar al Barcelona, sumaron un punto ante el Granada (0-0) y cayeron de forma consecutiva ante el Rayo Vallecano (1-0) y Eibar (0-1). La mala racha se ha trasladado también a la Copa del Rey y este martes perdieron ante Las Palmas (2-1) en el partido de ida de los dieciseisavos. Eso sí, cortaron la su sequía goleadora. El tanto de Santi Mina de penalti acabó con 388 minutos si marcar.
La última vez que el Celta vivió una mala racha similar fue hace casi un año, cuando Luis Enrique era el inquilino de su banquillo. El mes de diciembre de 2013 comenzó con una victoria en Copa ante el Athletic en Balaídos (1-0), pero a este triunfo le sucedieron una derrota en Liga contra el Valladolid (3-0), otra en la vuelta copera ante el Athletic (4-0) y un empate contra Osasuna (1-1). La mala racha se completó ya en enero de 2014, ya que los vigueses fueron goleados (3-0) en su visita al Santiago Bernabéu (el estadio en el que jugarán este sábado) el Día de Reyes y cayeron a puestos de descenso.
No obstante, los números de Eduardo Berizzo en el arranque de campeonato todavía siguen siendo muy superiores a los de Luis Enrique la temporada pasada. Tras trece jornadas disputadas, el Celta tiene 20 puntos y ocupa una cómoda octava plaza en la tabla. A estas alturas en la 2013/14, el conjunto celeste solo tenía 12 puntos y marchaba 16º. Y es que el primer tercio de competición del Celta de Luis Enrique fue desastroso, llegando a sumar solo 2 puntos entre las jornadas 3 y 10.
Los de Berizzo deberán demostrar en las próximas jornadas que no han perdido fuelle, que el buen inicio no ha sido solo una anécdota. No será fácil empezar a demostrarlo este sábado, ya que visitan a un Real Madrid (20:00) que marcha líder y muestra una solidez aplastante. Pero si ya obraron el milagro en el Camp Nou, todo es posible en el Santiago Bernabéu.