Un partido maravilloso, un regalo para los ojos y para los amantes de este deporte. Ataques permanentes, ocasiones, goles… fútbol con mayúsculas. Todo lo contrario a lo vivido siete días antes en Balaídos ante el Valladolid. En ese elogio al balompié, el Celta mostró sus recursos, con la calidad que tiene de tres cuartos hacia adelante.
Lo malo para el equipo vigués fue que la línea defensiva flaqueó, especialmente en las marcas a balón parado, donde el Huesca logró sacar petróleo para seguir vivo en un partido que tenía que estar finiquitado con un marcador holgado para no pasar apuros.
Aun así, la pegada del equipo fue descomunal. Remontó dos veces el marcador y supo sufrir en los últimos minutos pese a que Munuera Montero estaba empeñado en señalar toda falta (o semifalta) cercana al área viguesa. Mención especial para Iván Villar y Beltrán. El exrayista completó un gran partido y acabó marcando el gol del triunfo. El portero respondió con notable ante la dura tarea de entrar en sustitución de Rubén Blanco.
Los únicos cambios respecto al coque con el Valladolid de la semana pasada fueron obligados. Aidoo, por el «tocado» Araújo (en el banquillo), y Beltrán, por el sancionado Tapia. Apenas se notaron en la salida, puesto que el equipo salió en aluvión, con ganas de mandar y dominar.
Y a la primera, bingo. El Huesca apretó por su banda derecha, pero el primer rechace que cazó Iago Aspas lo convirtió en oro. Avanzó, fintó y vio desmarcado a Nolito en la otra banda. El pase fue tan perfecto que el gaditano lo transformó con un toque delicioso en una asistencia de gol. Mina controló y fusiló a Álvaro Fernández de tiro cruzado. Una contra de libro, una maravilla que colocó a los de Coudet con el partido de cara.
Los locales reaccionaron de inmediato. No supo el Celta acaparar posesión de balón para frenar al Huesca. Se dejó llevar y en dos zarpazos ya estaba boca abajo. Primero con un córner muy mal defendido. Siovas, solo, remató a placer para empatar. En la siguiente jugada, Rafa Mir colocó el balón en la escuadra sin ninguna oposición de los centrales.
Con el marcador en contra, los vigueses volvieron a controlar el choque, fueron imponiendo el ritmo que más les convenía para que los oscenses se encerrasen. A base de paciencia, el balón rondó la portería local hasta que acabó cayendo el empate por su propio peso. Un gran pase de Denis entre líneas y un remate de Brais fueron el preámbulo. El portero sacó con la manopla, pero Nolito cazó el rechace para igualar el partido.
En la última jugada de la primera parte se lesionó Rubén Blanco. El cancerbero sufrió un problema en su rodilla al ser cargado por un rival en el área pequeña. Iván Villar saltó cuando el encuentro estaba en el descuento.
Y en el inicio de la segunda parte se repitió la historia. Salió enchufado el Celta, apretando arriba, y llegó con peligro. Pudo macar Brais, pero un paradón impresionante de Álvaro Fernández lo impidió. En ese saque de esquina, acertó Hugo Mallo, totalmente solo, para cruzar de cabeza a la red.
A partir de ahí los vigueses se entregaron a la defensa del resultado, defendieron bien durante gran parte del partido pero poco a poco se fueron hundiendo hasta que las ocasiones fueron cayendo por su peso. Así, Ferreiro empató segundos después de que el Chacho retirase a Brais para dar entrada a otro central, Araújo.
La locura del partido ya era total.Y en ese ecosistema Aspas es el rey. Pudo marcar Mina, pero fue el moañés el que dio una asistencia perfecta a la frontal del área para que Beltrán se sacase un lanzamiento espectacular. De nuevo por delante, con 15 minutos por delante, y otra vez el Huesca lanzado en tromba.
Coudet dio entrada a sus dos recambios habituales, Ferreyra y Solari, por Mina y Nolito. Por su parte, Pacheta, relevó a Rico e Insua en busca de más presencia en área celeste. En el último tramo, hubo dos grandes ocasiones para sentenciar, con tiros al palo de Solari y Mallo.
El triunfo deja al Celta en posición de pensar en cotas más altas. La permanencia está a tiro y el Athletic de Bilbao medirá el próximo domingo en Balaídos (14:00 horas) las aspiraciones.
Huesca: Álvaro Fernández; Pulido, Siovas, Insua (min.81, Doumbia); Maffeo, Ferreiro, Seoane (min.89, Real), Mikel Rico (min.81, Sergio Fernández), Javi Galán (min.89, Okazaki); Escriche y Rafa Mir.
Celta: Rubén Blanco (min.45+1, Iván Villar); Aarón Martín, Aidoo, Jeison Murillo, Hugo Mallo; Fran Beltrán; Brais Méndez, Denis Suárez, Nolito (min.79, Solari); Iago Aspas y Santi Mina (min.79, Ferreyra).
Goles: 0-1, min.4: Santi Mina cruza a la red tras pase de Nolito en un contragolpe conducido por Aspas; 1-1, min.14: Siovas, de cabeza; 2-1, min.16: Rafa Mir, por la escuadra; 2-2, min.37: Nolito, tras rechace del portero a tiro de Brais; 2-3, min.51: Mallo, de cabeza a saque de córner. 3-3, min.74: Ferreiro, a placer en área; 3-4, min.78: Beltrán, de disparo lejano.
Árbitro: Munuera Montero (Colegio Andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Hugo Mallo y Ferreyra.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 26 de La Liga disputado en el estadio de El Alcoraz.