El Celta sigue en caída libre. Séptima jornada consecutiva sin ganar y en el pozo del descenso. Mejoró el juego ante el Eibar, pero las sensaciones son muy malas. Los próximos encuentros, ante Valencia, Sevilla y Real Madrid auguran un futuro negro y Óscar García parece no ser capaz de encontrar la tecla, por lo que su continuidad ya están entredicho.
Quizás Dmtrovic pudo estar menos acertado, quizás el árbitro pudo pitar algún penalti o el palo no rechazar un balón que se colaba, pero la abuela del Celta no tiene ruedas y lo cierto es que sus jugadores no estuvieron finos para sellar una victoria que merecieron por juego y ocasiones, pero no por acierto.
Y es que costó llegar, elaborar y dominar. El Eibar sabía perfectamente a qué quería jugar el equipo local y apretó en la salida de balón. La presión alta complicó las cosas a los celestes, pero con el paso de los minutos encontraron el camino a través de Rafinha.
Sisto, Mina y Aspas se multiplicaron en ambas bandas y así llegaron ocasiones suficientes para perforar la portería de Dmtrovic, pero los vigueses están negados y su falta de acierto en los últimos metros, principal causa de su situación en la tabla, permitieron a los visitantes sumar un punto que no merecían.
El partido fue un monólogo del Celta, que mostró buenas maneras, recursos para llegar al área y actitud, pero no la continuidad necesaria para que el Eibar le entrase el pánico.
La alerta roja se ha encendido y no se puede descartar cualquier reacción desde la directiva.
Celta: Rubén; Kevin (min. 75, Mallo), Murillo, Araújo, Olaza; Okay, Beltrán, Rafinha; Sisto (min. 61, Toro Fernández), Mina (min. 72, Denis) y Aspas.
Eibar: Dmtrovic; Tejero, Burgos, Bigas, Cote; Sergio (min. 52, Cristóforo), Expósito, Orellana; Pedro León (min. 74, Diop), Inui (min. 66, De Blasis) y Enrich.
Árbitro: González González (Comité Castellano-Leonés). Mostró cartulina amarilla a Aspas.
Incidencias: Jornada 21 de La Liga disputada en el Estadio Municipal de Balaídos ante 15.490 espectadores.