El Celta ha paralizado la renovación del abono de Iván Pombo, con una discapacidad física por la que se desplaza en silla de ruedas, por haber presentado anteriormente una queja ante el Valedor do Pobo.
Pombo presentó una queja ante el Valedor por el cambio de categoría que le obliga el club, ya que en la nueva campaña de abonados se retira la posibilidad de que los socios que se desplazan a Balaídos en silla de ruedas pagasen el abono sub25 independientemente de su edad.
A partir de la temporada 2022-23 pasarán a pagar como adultos pero con un 25 por ciento de rebaja por discapacidad, aunque sólo podrán ir a la Grada de Río al ser la única habilitada para sillas de ruedas.
Por ello, el afectado denuncia que es “discriminatorio” que las personas con discapacidad que pueden caminar tengan opción de elegir grada y, a mayores, tengan la misma reducción en el abono que él, que únicamente puede ser abonado de Río.
El socio celeste, con 21 años de antigüedad, señala que si la entidad que preside Carlos Mouriño paraliza su renovación debería “paralizar las renovaciones y abonos de todas las personas en silla de ruedas”.
“Dicen que denuncié al club, pero yo no denuncié a nadie. Simplemente puse una queja para que se estudie el caso y transmitir al Celta las posibles opciones para la no discriminación”, declaró Pombo, para quien el Celta ha reaccionado “de manera vergonzosa”.