Y es que en los prolegómenos del acto el protagonismo recayó en el capitán del equipo, Augusto Fernández, que llegó a Príncipe junto a sus compañeros en el autobús del club. Como ya sucedió el jueves en Balaídos durante el partido ante el Almería, los aficionados que se congregaban a la puerta de la sede entonaron el cántico «Augusto quédate». Recordemos que el argentino está a un paso de fichar por el Atlético de Madrid y, de hecho, algunos medios ya han dado por hecha esta venta.
Además de los miembros de la primera plantilla, también participaron en la fiesta los componentes de las categorías inferiores y del Consejo de Administración, con el presidente Carlos Mouriño a la cabeza.
El acto fue breve pero emocionante. La nueva sede de Príncipe fue cubierta de papel de regalo como si se tratase de un presente navideño y la fiesta giró a su alrededor. De hecho, fue la presentación en sociedad ante el celtismo de este emblemático edificio.
La celebración comenzó con música de tambores y, después, con el himno del Celta. Sobre la fachada de la sede se proyectaron vídeos en los que la plantilla y Carlos Mouriño felicitaron la Navidad al celtismo. El presidente destacó el «gran proyecto» del club celeste y reiteró que «lo más importante son los aficionados». El acto concluyó con una suelta de globos desde el tejado de la sede.