Como si se tratase de una verdadera final. Así celebró el Celta la victoria este sábado sobre el Leganés. El conjunto vigués da un paso de gigante hacia la salvación con un gol de Iago Aspas. Fue un triunfo sufrido tras 75 minutos con jugador menos por la torpeza de Bradaric, expulsado. También superó a su árbitro maldito, Munuera Montero, que demostró una vez más que el Celta le pone nervioso.
El gol de pillo de Iago Aspas fue el colofón a un partido muy trabado y marcado por la roja al mediocentro celeste. Hubo que sufrir hasta el último minuto. De nuevo fuera de los puestos de descenso gracias a la implicación de los jugadores. Un actitud muy diferente de la vista hace pocas semanas.
Y es que Óscar García premió a Denis Suárez con la titularidad después de su gran final de partido en el Bernabéu. Regresó a la defensa de cuatro, con Mallo y sin Aidoo. Y en el centro confió de nuevo en Bradaric y Okay.
Primer susto y jugada clave
El primer susto fue para los locales. Disparo lejano de Kevin Rodrigues que Rubén sacó con los puños. Pero más allá del arranque, el Leganés tenía clara su misión conservadora. Fijó marcajes con cinco atrás, apretó a Rafinha y Denis para aplacar la creación celeste y salió con velocidad siempre que pudo.
La jugada clave del encuentro llegó cuando el Celta empezaba a carburar. Bradaric se pasó de frenada y Munuera Montero -otra vez el andaluz cruzándose en la trayectoria del equipo vigués- puso el listó muy bajo para que cada patada pudiese ser tarjeta.
Todo saltó por los aires. Quejas, protestas, juego parado, patadas, codazos, tarjetas… La mañana de fútbol se convirtió en una refriega permanente con el peor juez que le podía tocar al conjunto celeste. Los vigueses perdieron el balón, el rumbo y la cabeza.
Lo pasó mal el Celta. A pesar de todo salió indemne en la primera parte. Olaza sacó una bajo la línea de gol y Rubén también se tuvo que emplear para evitar el gol visitante.
Contener, sufrir, pelear…
Los ánimos se calmaron en la segunda parte. El Leganés aumentó la presión, metiendo a Óscar Rodríguez y a Assalé. Los locales se mantuvieron a la espera. La orden fue contener, robar y salir a la contra para buscar la sorpresa.
Y la segunda jugada clave del choque dejó claro sobre el campo que Munuera Montero es muy mal árbitro y, en cambio, Iago Aspas, es un gran futbolista. El colegiado quiso compensar la expulsión de Bradaric y mostró roja a Óscar Rodríguez. El VAR le hizo rectificar su decisión y la falta botada por Olaza supuso el gol celeste gracias a un toque sutil del delantero moañés.
El tanto fue un revulsivo para los ánimos de los celestes. Apretaron los dientes, especialmente Rafinha, dando ejemplo. Todos sufrieron como lo habían hecho unos días atrás ante el Real Madrid. La misión era aguantar 20 minutos sin encajar para dar una zancada hacia la salvación.
Para defender los últimos diez minutos, Óscar Garcia retiró a Denis, que ya tenía tarjeta, y dio entrada a Aidoo. De nuevo defensa de cinco, con Okay y Beltrán por delante.
Los tres puntos son un revulsivo, sobre todo para la moral de unos jugadores que han aprendido a sufrir para salir del agujero. Granada espera
Celta: Rubén, Hugo Mallo, Murillo, Araujo, Olaza, Okay, Bradarić, Rafinha, Denis Suárez (min. 77, Aidoo), Iago Aspas (min. 82, Santi Mina), Smolov (min. 64, Beltrán).
Leganés: Soriano; Bustinza (min. 66, Bryan Gil), Siovas, Awaziem, Omeruo, Silva (min. 54, Assalé); Rodrigues, Recio, Pérez; Javier Eraso (min. 46, Óscar Rodríguez) y Guido Carrillo.
Gol: 1-0, min. 62: Iago Aspas remata a gol una falta sacada por Olaza
Árbitro: Munuera Montero (Colegio Andaluz). Mostró roja directa a Bradaric. Tarjetas amarillas a Silva, Óscar García, Siovas, Denis Suárez, Murillo y Óscar Rodríguez.
Incidencias: Jornada 25 de La Liga disputada en el Estadio Municipal de Balaídos ante 19.335 espectadores.