Irreconocible y roto en mil pedazos como hacía tiempo que no se veía, así acabó el Celta en Mallorca. El equipo vigués naufragó en el partido que podía haber sellado su permanencia. El conjunto dirigido por Óscar García se descompuso a raíz de una jugada surrealista, un penalti que el árbitro se inventó y no quiso rectificar. Pero con todo el encuentro por delante, el equipo se descentró y mostró errores defensivos que parecían olvidados.
Y eso que a diferencia del anterior partido ante el Barça, en esta ocasión el técnico catalán salió de cara con todos los jugones que se pueden considerar como titulares -si es que existe esa denominación en sus alineaciones- ante la clara ocasión de finiquitar la permanencia.
Volvieron Olaza, Murillo, Rafinha y Mina al once. Pero todo explotó por los aires en el primer lance en el área viguesa. Transcurría el choque bajo parámetros normales hasta que el colegiado decidió dinamitarlo con un penalti inexistente. De Burgos Bengoetxea, el mismo que ya la lió en el partido de la primera vuelta en Balaídos, falló al ver un contacto que no existía, pero lo peor fue que no rectificó. Tras seis minutos de comprobaciones en las que ninguna cámara ni ningún ángulo probase que Mina tocaba a Dani Rodríguez, se aferró a su orgullo para no dar marcha atrás.
Reaccionó el Celta con corazón pero también con calidad, sin perder la cabeza, y acumuló tres ocasiones en apenas un minuto. Disparo de Bradaric que saca Reina a córner, gol fantasma de Murillo en ese córner y contacto sobre Aspas en el área, pero esta vez el árbitro no quiso saber nada.
Pero el segundo jarro de agua fría acabó por tumbarlo y lo llevó definitivamente al caos. Cucho Hernández acertó con las redes de Rubén tras una contra en la que se lesionó Denis Suárez. Para colmo de males, el equipo vigués no estuvo acertado frente a la portería de Reina; todo lo contrario que los locales, que marcaron le tercero en otra contra. Se confirmaba que la mejor defensa de esta segunda vuelta no se había presentado en el estadio mallorquín.
Antes de que la loca primera terminase -ocho minutos de añadido- Nolito estrelló el balón en el palo a saque de esquina. Y la segunda empezó igual. De Burgos Bengoetxea quería compensar su error y solo tardó tres minutos. En el primer roce en el área del Mallorca pitó otro penalti inexistente sobre Mina y Aspas recortó distancias.
Dos minutos duró la alegría que daba esperanzas. En la siguiente jugada Budimir marcaba el cuarto. Y todavía llegó el quinto ante la pasividad absoluta de la defensa del Celta, totalmente noqueado por la situación y mostrando debilidades que hacía mucho tiempo que no se veían. Ahora deberán reponerse para mostrar el próximo sábado, ante el Betis en Balaídos (17:00 horas), otra cara y sellar la permanencia.
Mallorca: Reina; Pozo, Raíllo, Valjent, Lumor (min.41, Gámez); Baba, Salva Sevilla, Rodríguez (min.74, Febas), Kubo; Cucho y Budimir (min.74, Chavarría).
Celta: Rubén; Kevin (min.71, Kevin), Murillo, Araújo, Olaza; Okay (min.45, Smolov), Bradaric, Rafinha (min.71, Gabriel Fernández), Denis (min.27, Nolito); Mina (min.62, Brais Méndez) y Aspas.
Goles: 1-0, min.12: Budimir, de penalti; 2-0, min.26: Cucho Hernández, de disparo cruzado; 3-0, min.40: Pozo, en un nuevo contragolpe. 3-1, min.48: Aspas, de penalti; 4-1, min.50: Budimir, a pase de Salva Sevilla. 5-1, min.60: Salva Sevilla, desde fuera del área.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Colegio Vasco). Mostró cartulinas amarillas a Valjent, Budimir, Gabriel Fernández, Murillo y Gámez.
Incidencias: Partido de la jornada 33 de la Liga disputado en el Visit Mallorca Estadi.