El Celta, gracias a Carlos Mouriño, está intimamente ligado a México. El presidente celeste triunfó en el mundo de los negocios en el país americano, donde aún mantiene negocios y vive parte de su familia. Los Mouriño, concretamente, están establecidos en la provincia de Campeche, donde el Celta ha creado una escuela de fútbol que ya ha empezado a dar sus frutos. Recientemente, varios niños de esta escuela viajaron a Vigo para entrenar durante unos días en las instalaciones de A Madroa.
Ahora, el Celta intenta expandir su territorio con este acuerdo con el club de Yucatán, provincia vecina de Campeche. Como informa el Club de Fútbol Mérida en su pagina web, el presidente de la entidad, Rodolfo Rosas Cantillo, ha viajado a Vigo para reunirse con Carlos Mouriño y el director deportivo celeste, Miguel Torrecilla, y «establecer una relación entre ambos clubes (Club de Futbol Mérida y Celta) para crear el vínculo que permita una sinergia entre las canteras y mejorar los métodos de trabajo del equipo yucateco».
El Celta ya cuenta en su filial con un jugador mexicano, Javier Que, que llegó a Vigo en 2013 procedente de los Corsarios de Campeche. Es probable que gracias a esta expansión sean muchos más los jóvenes talentos mexicanos que recalen en el Celta en un futuro cercano. Además, gracias a estas iniciativas el celeste gana terreno al otro lado del charco.