El Celta comenzó el partido con una idea clara: volver a ser él mismo, recuperar fluidez en el manejo del balón y reencontrarse con el acierto goleador. En los primeros minutos cumplió con algunos de sus propósitos, pero no con todos. Tuvo la posesión, movió el esférico con criterio e incluso generó ocasiones. La efectividad siguió siendo la tarea pendiente. La primera oportunidad estuvo protagonizada por un jugador al que no se le suele ver demasiado por el área rival. Hugo Mallo, tras combinar con Orellana, se coló hasta la cocina. Su disparó fue a parar mansamente a las manos de Irureta.
El Celta maniataba a un Eibar que no se acercó a la portería de Sergio hasta casi el cuarto de hora del partido. Las ocasiones seguían cayendo del lado de los de Berizzo. Orellana se sentía cómodo en la banda derecha. El chileno, en el minuto 14, se inventó un centro perfecto al segundo palo. Allí estaba Nolito, que cabeceó con intención. Irureta frustró de nuevo esta ocasión. Tras el primer aviso del Eibar, obra de Capa, fue Krohn-Dehli el que pudo adelantar al Celta. Su volea desde fuera del área se marchó fuera.
Cierta frustración se fue apoderando de los celestes. Estaban haciendo las cosas bien, casi todo lo que se espera de este equipo, pero el rédito era inexistente. Su control total de la posesión no hallaba premio y el Eibar, como es lógico, se envalentonó. El cambio de escenario sucedió muy rápido, en apenas minuto y medio. El culpable fue Manu del Moral. Todo comenzó con un fallo de Jonny dentro del área. El lateral no acertó a despejar y allí estaba el mencionado Del Moral para disparar a puerta. Sergio, el hombre de los milagros, logró rechazar el balón, no sin dificultades. En la siguiente jugada, Manu ya no perdonó. Se aprovechó de un buen centro de Arruabarrena para colar el balón a la izquierda de Sergio.
Es inevitable caer en la tentación de alegar que el 0-1 era un resultado injusto, pero lo cierto es que el Eibar supo sacar mejor partido de sus recursos. El Celta se afanaba en esfuerzos inútiles y en alguna que otra virguería poco productiva. No sabía cómo plasmar de forma tangible su evidente superioridad. El partido hasta el descanso fue un quiero y no puedo celeste.
La segunda parte llegó con pocas novedades. La única importante fue que el Eibar radicalizó su propuesta, dio un paso más hacia atrás. El muro era más alto y el Celta estaba obligado a escalar con más convicción para superarlo. Pero los vigueses solo creaban peligro en algún que otro balón aéreo. La solución que propuso Berizzo desde el banquillo fue introducir en el campo a Augusto en lugar de Radoja. Un cambio valiente. Krohn-Dehli sería el encargado de cumplir con las tareas defensivas que antes desempeñaba el serbio. No funcionó. Había que ir más allá y en el 72 hizo uno de esos cambios que solo hacen los entrenadores más audaces o los más desesperados. Charles suplió a Hugo Mallo. Cambio de dibujo. Ataque total. El brasileño salió con ganas y en prácticamente su primera intervención disparó desde fuera del área e hizo que Irureta se empleara a fondo.
Como era probable, el partido se convirtió en los últimos minutos en un bombardeo constante a la meta blaugrana. El Eibar, como haría cualquier equipo en su situación, trató de matar el encuentro a base de pérdidas de tiempo. No tenía otra respuesta plausible, el que tenía que poner el fútbol era el Celta. Sin embargo, la acumulación de hombres de ataque no siempre es la panacea y a pesar de los muchos centros que volaron sobre el área visitante los celestes no encontraban el camino del gol. Ya en el descuento, Krohn-Dehli se volvió a topar con el larguero, como en Vallecas, después de que su disparo pegase en un rival. Pero no, no era el día. El gol, de momento, no ha vuelto.
Celta: Sergio; Hugo Mallo (Charles, min. 72), Cabral, Fontás, Jonny (Planas, min. 83); Radoja (Augusto Fernández, min. 62), Álex López, Krohn-Dehli; Orellana, Nolito y Larrivey.
Eibar: Irureta; Bóveda, Albentosa, Raúl Navas; Capa (Ángel, min. 85), Boateng, Dani García, Saúl Berjón (Abraham, min. 43); Arruabarrena y Manu del Moral (Errasti, min. 80).
Gol: 0-1, min. 29: Manu del Moral.
Árbitro: Pedro Pérez Montero (colegio andaluz). Amonestó con tarjeta amarilla a Larrivey, Krohn-Dehli, Fontás y Agusto por parte del Celta; y a Saúl Berjón, Lillo y Abraham por el Eibar.
Incidencias: Partido correspondiente a la 13ª jornada de Liga de Primera División disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante 16.843 espectadores.