Eduardo Berizzo sorprendió con su alineación colocando a Planas en el extremo izquierdo y a David Costas en el lateral derecho, puesto que ya había ocupado en la ida de la eliminatoria ante la UD Las Palmas. Estos cambios no le sentaron especialmente bien al Celta. El primer cuarto de hora del partido se convirtió en una verbena defensiva en la que el Athletic también colaboró.
El balón parado está siendo un lastre para los celestes esta temporada. En ataque, no aprovecha los numerosos córners de los que disponen y en defensa, como se puedo comprobar este martes, sufren demasiado. No se había llegado al minuto 5 cuando el Celta se encontró con un gol en contra. Un balón al área fue cabeceado por Aduriz y San José, después de que el esférico pegase de forma involuntaria en el codo de Etxeita, se aprovechó de la inoperancia de la zaga celeste para marcar. Rubén, deslumbrado por la luz sol, que en ese momento le pegaba de frente, poco pudo hacer.
Al Celta, al contrario de lo que estaba sucediendo en los últimos partidos, no le hizo falta demasiado para empatar. Cinco minutos después, Álex López, prácticamente libre de marca en el punto de penalti, hizo el 1-1 tras recibir un buen pase de Augusto, que se había marchado de su defensor con un sombrero. La defensa bilbaína se empeñó en rivalizar en apatía con su homóloga celeste.
Al ‘recital’ defensivo de esta primera le faltaba un último capítulo. Este llegó al cuarto de hora en el área del Celta. En una jugada calcada a la del 0-1 el Athletic hizo el 1-2. Susaeta botó una falta, un jugador visitante cabeceó el balón al corazón del área y allí Aduriz envió el balón a la portería. De nuevo, Rubén se encontraba vendido y deslumbrado por el sol. Berizzo había destacado el lunes la importancia de no encajar en este partido de ida. En un cuarto de hora, sus planes se vinieron abajo.
El Celta trató de poner orden tras este intenso y calamitoso inicio de partido. Intentó hacer valer sus señas de identidad haciéndose con el control del balón, pero seguía sin estar cómodo en el campo. El Athletic, a pesar de sus muchas dudas, llegaba con más peligro a la portería contraria. Los mejores minutos celestes llegaron pasada la media hora con varios centros al área con los que intentaron probar a un casi siempre inseguro Iago Herrerín. Eso sí, no se registró ninguna ocasión realmente clara en estos últimos minutos.
Tras el descanso, Berizzo cambió de posición a la mitad de sus hombres. Costas pasó del lateral al centro de la zaga, Sergi Gómez adelantó su puesto hasta el centro del campo, Planas se colocó de lateral izquierdo, Jonny pasó al derecho y Augusto ocupó una de las tres posiciones de ataque. El técnico varió el puzzle prácticamente por completo esperando que las piezas esta vez sí encajaran. Y lo cierto es que la segunda parte empezó bien para el Celta. Otro fallo defensivo, cómo no, facilitó el tanto del empate. Esta vez los vigueses sí que sacaron partido de una jugada a balón parado porque tras un córner a favor, Balenziaga, incomprensiblemente, despejó hacia su propia portería y Charles, en una buena muestra de oportunismo, cabeceó el balón a la portería.
Pero la defensa del Celta quiso ponerse de nuevo a la altura de la del Athletic y cuatro minutos después le dio todo tipo de facilidades al ataque vasco. Esta vez el gol no llegó a balón parado, sino tras una concatenación de pérdidas de balón y resbalones en el intento de los celestes de sacar el balón jugado. El esférico acabó en los pies de Susaeta, que batió a Rubén con un disparo pegado al palo.
Con tres goles en contra, el partido y la eliminatoria se ponían muy cuesta arriba. Las esperanzas de remontada se desvanecieron casi por completo con la expulsión de David Costas, que vio la segunda amarilla por cortar con la mano un balón desde el suelo. Cabral también quiso sumarse a la fiesta en los minutos finales. El argentino cometió un absurdo y claro penalti sobre Aduriz, al que agarró por el cuello a la salida de un córner en un acción más propia de judo que de fútbol. El propio Aduriz fue el encargado de transformar la pena máxima.
El Celta, tras estos cuatro goles en contra, prácticamente ya no tiene opciones de lograr el pase a cuartos de final. Este partido, además, deja tocado a un titubeante Berizzo, al que ya se empieza a señalar como el principal culpable del mal momento celeste.
Celta: Rubén Blanco; David Costas, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Borja Fernández, Álex López (‘Tucu’ Hernández, min. 81), Augusto Fernández (Radoja, min. 79); Planas, Orellana (Santi Mina, min. 59) y Charles.
Athletic: Herrerín; Iraola, Etxeita (Gurpegui, min. 81), Laporte, Balenziaga; San José, Mikel Rico (Iturraspe, min. 83); Susaeta, De Marcos, Muniain (Borja Viguera, min. 76) y Aduriz.
Goles: 0-1, min. 4: San José; 1-1, min. 10: Álex López; 1-2, min. 15: Aduriz; 2-2, min. 54: Charles; 2-3, min. 60: Susaeta; 2-4, min. 86: Aduriz.
Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los locales Charles y Cabral; y a los visitantes Mikel Rico, Muniain, San José y Etxeita. Expulsó al local David Costas por doble amarilla en el minuto 70.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey disputado en el estadio de Balaídos.