En las últimas 17 temporadas, desde que en la 97/98 se volvió a la Liga de 20 equipos, la media de puntos del séptimo clasificado se sitúa en 57. Para llegar a esta cifra, el Celta debería ganar los cuatro partidos que le quedan, ya que tiene 45. Pero es probable que no hagan falta tantos puntos y se repita la historia de la campaña 1999/00, cuando los célticos acabaron séptimos con la menor puntuación desde que la victoria se premia con tres puntos.
Aquel Celta de la 99/00 estaba entrenado por Víctor Fernández, contaba con estrellas de la talla de Mostovoi, Karpin, Revivo y Gustavo López y protagonizó grandes gestas europeas, como el 7-0 al Benfica o el 4-0 a la Juventus. Sin embargo, su trayectoria en Liga fue bastante más irregular. Comezó fuerte e incluso llegó a ser líder, pero se fue desinflando y a falta de cuatro jornadas para el final era duodécimo con 45 puntos, curiosamente los mismos que tiene ahora el conjunto de Eduardo Berizzo.
En la jornada 35, los celestes derrotaron al Deportivo en Balaídos (2-1) y una semana después se impusieron al Málaga (0-1). En la penúltima jornada les tocó enfrentarse al Valencia -mismo rival que tendrán los vigueses en el penúltimo choque de esta temporada- y lograron un empate (0-0). Cerraron la campaña sumando un punto en el Camp Nou ante el Barcelona (2-2). Este esprint final les valió para ascender hasta la séptima posición, pero no para clasificarse directamente para la Copa de la UEFA, ya que tuvieron que disputar y ganar el verano siguiente la Copa Intertoto para obtener el billete para esta competición.
En este caso, la séptima plaza tampoco asegura una plaza para la Liga Europa, porque para que sea así el Barcelona deberá ganar al Atlhetic en la final de la Copa del Rey.