Se trata de un contrato que tenía que haberse iniciado en febrero y que ha visto reducido su presupuesto de 900.000 a 680.000 euros. El plazo que tiene la firma de Pedro de la Puente para presentar el proyecto es de ocho meses, por lo que hasta principios de 2019 no estará obligado a entregarlo.
Así pues, salvo que se acorten los plazos, la afición celeste se plantará en el próximo año con la reforma de los dos fondos todavía sin licitar ni adjudicar, y aún a la espera de que se defina una fecha concreta para el inicio de las obras en Gol, que será la primera grada que se tire abajo para luego proceder a su reconstrucción.
En este paquete de la reforma se incluye la renovación de los asientos de Río Bajo, que todavía no han sido sustituidos a pesar de que la zona alta de la grada lleva tiempo con los plegables. Según anunció Caballero, el estreno de las butacas en la bancada más cercana al campo, que se viene dilatando en el tiempo, se producirá “cuando empiece la próxima temporada”, es decir, que se sustituirán durante el verano, aprovechando que la liga se detiene.
Todo este bloque de inversiones está financiado por el Concello de Vigo y la Deputación de Pontevedra, que será la que pague la redacción del proyecto y los asientos de Río Bajo. En este último caso, el desembolso será de 350.000 euros.