La celebración del inminente juicio a Santi Mina, como presunto autor de un delito de agresión sexual, ha experimentado un pequeño cambio de fechas. La vista, que se desarrollará a lo largo de tres días, estaba prevista para los días 28, 30 y 31 de marzo. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Almería ha modificado ligeramente esa programación al adelantar la segunda jornada y posponer la tercera. De este modo, las sesiones tendrán lugar el lunes 28 de marzo, el martes 29 de marzo y el lunes 4 de abril. Esta variación se debe a una mera adaptación organizativa de la sala que lleva la causa.
Así pues, apenas quedan tres semanas para que el futbolista del Celta se siente en el banquillo de los acusados si nada lo remedia. Por el momento, no se ha alcanzado un acuerdo de conformidad entre ambas partes y el silencio que hay alrededor del caso es máximo. El jugador, que en un primer momento reconoció la agresión pero habló de una version exagerada por parte de la víctima, no concede entrevistas a medios de comunicación más allá de aquellas que puedan arreglar el club o La Liga. También hay un mutismo total sobre el papel de David Goldar en el juicio, ya que la Fiscalía ha solicitado para él el sobreseimiento pero no así la acusación particular.
El Celta tampoco se ha pronunciado mucho sobre el tema, más allá de declaraciones puntuales del presidente, Carlos Mouriño, que en su día apeló a la presunción de inocencia al mismo tiempo que se comprometió a tener tolerancia cero con estos delitos.
Hasta ocho años de cárcel
El caso ha recaído en la Sección Tercera, que juzgará a Santi Mina por una supuesta agresión sexual que le podría suponer una condena de ocho años de cárcel. La Fiscalía de Almería pide también una pena de libertad vigilada de diez años para el delantero céltico y que no pueda acercarse a menos de 500 metros a la víctima o comunicarse con ella durante esos diez años.
El escrito de calificación provisional del Ministerio Público sostiene que Mina accedió en la madrugada del 16 de junio de 2017 a una caravana aparcada en las proximidades de una conocida discoteca de Mojácar, dentro de la cual se hallaban su amigo David Goldar y la denunciante.
La Fiscalía asegura que delantero céltico habría entrado “completamente desnudo” y que, “con ánimo libidinoso para satisfacer su apetito sexual y a pesar de la manifiesta voluntad contraria de la víctima”, se habría dirigido a ella diciéndole “mira, chica, tú me gustas mucho y creo que deberíamos hacer algo”.
Cuando la mujer le contestó que se había ido a la caravana “con David”, el escrito recoge que Santi Mina habría salido “un minuto” para volver a entrar y, tras decirle que “le había gustado mucho”, presuntamente perpetró la agresión sexual. Esta agresión habría consistido, principalmente, en la introducción de tres dedos en la vagina y del pene en la boca de la mujer.
Además de lesiones físicas “a consecuencia” del ataque que el Ministerio Público imputa a Mina, la víctima sufre sintomatología ansiosa “grave”. Por ello, se solicita que se le indemnice con 50.000 euros. La acusación subraya que las secuelas han supuesto que la mujer se vea “muy afectada su vida cotidiana”. Añade, además, que sufre “trastorno de estrés postraumático crónico directamente relacionado” con la agresión sexual que se va a enjuiciar.