Este es un serio contratiempo para el club celeste, ya que quería aprovechar la celebración de este torneo para presentar a su equipo ante la afición. Y ya que se trata de la temporada del regreso a Europa, el Celta estaba intentando cerrar la participación de un rival de renombre. El hecho de que las obras de instalación de la cubierta no estén listas a mediados del mes agosto impiden que se pueda disputar un partido en Balaídos.
En los últimos días incluso se estudió la posibilidad de que el Quinocho se trasladase a otro estadio cercano, pero ninguno cumple con los requisitos de aforo necesarios.
Pero la preocupación del Celta no solo está relacionada con el Quinocho. A finales de este mes de julio, los inspectores de la UEFA visitarán Balaídos para comprobar si el estadio es apto para que en él se disputen partidos de la Liga Europa. En el club temen que el lento ritmo con el que se están acometiendo las obras pueda provocar que la UEFA ponga alguna traba.
Además, cabe recordar que el inicio de Liga está fijado para el fin de semana del 20 y el 21 de agosto. El calendario se conocerá la próxima semana y si el Celta ha de jugar como local en esa primera jornada, parece complicado que la grada de Tribuna esté ya lista. Por tanto, en el club esperan que en las próximas semanas se aceleren los trabajos.
Recordemos que al finalizar la pasada temporada se procedió a la retirada de la antigua cubierta. Fue una operación especialmente delicada y que sufrió algunos retrasos por el mal estado del hormigón de las bañeras que cubrían la grada. Ahora, todavía no ha comenzado a colocarse la nueva estructura que debe sustituir a la anterior.