Un punto más, cinco jornadas consecutivas puntuando y fuera del descenso. El Celta sumó ante el Getafe gracias a su defensa, un muro que se ha convertido en impenetrable. Con Murillo convertido en capitán general, el equipo resistió el acoso azulón.
El botín podía ser mejor, pero nadie quiso arriesgar pese a jugar los últimos 15 minutos con un futbolista más. El esfuerzo fue titánico, el espectáculo muy pobre, pero los vigueses tienen claro que a estas alturas es lo que toca.
Porque el plan fue prácticamente idéntico al de las últimas salidas. Tres centrales y doble pivote con Okay y Bradaric, aunque esta ocasión hubo una baja muy significativo en la punta. Aspas causó baja por acumulación de amonestaciones y se le echó mucho de menos, porque Santi Mina estuvo desaparecido.
Salió el Celta centrado en su papel, dispuesto de entrada a sufrir lo que hiciese falta, como un condenado al patíbulo. Rubén tuvo que volar a las primeras de cambio para sacar una rosca de Arrambari que iba a la escuadra.
Más de 20 minutos tardó en pisar área rival. Un buen centro de Okay a punto estuvo de cazarlo Smolov en boca de gol. Siguió muy hundido el equipo, pero al menos salió con más peligro. Así llegó otra buena ocasión Mina tras asistencia del ruso.
Batalla en el centro del campo
La gran batalla del centro del campo fue de absoluto dominio azulón. Okay y Bradaric fueron incapaces de superar el acoso al que fueron sometidos. El Getafe percutió como un martillo pilón, asfixió la salida del balón de los vigueses, totalmente nublados en ataque. El descanso sin goles fue lo mejor que lo pudo pasar al Celta, seguro atrás, pero sin alternativas para amenazar al rival.
Tras la charla de Óscar García, salieron mejor plantados los celestes. Al menos, el centro del campo resistió las embestidas. La lesión de Rafinha obligó a cambiar de planes, dando entrada Brais.
Los centrales se crecieron con el paso de los minutos, especialmente Murillo, una auténtica pesadilla para los azulones. Gabriel Fernández sustiuyó a Smolov antes de que el partido se endureciese y se convirtiese en un intercambio de faltas con tarjeta amarilla en cada lance.
Expulsión de Arambarri
Después de anularse un gol del Getafe por fuera de juego llegó la expulsión de Arambarri por segunda amarilla. La situación se ponía de cara para buscar un triunfo vital, un gol que diese tres puntos fundamentales.
Pero el Celta ya no creía en la victoria, había salido a empatar y no arriesgó lo más mínimo ante la posibilidad de un contra mortal. El punto sabe a gloria, sobre todo porque supone sumar por quinta jornada consecutiva. La próxima, ante el Villarreal en casa.
Getafe: Soria; Damián (min. 84, Damián), Djene, Etxeita, Nyom; Etebo (min. 70, Kenedy), Arambarri, Maksimovic, Cucurella; Molina (min. 60, Ángel), Mata.
Celta: Rubén; Mallo, Aidoo, Murillo, Araújo, Olaza; Okay, Bradaric, Rafinha (min. 62, Brais Méndez); Mina (min. 89, Sisto), Smolov (min. 69, Gabriel Fernández).
Árbitro: Sánchez Martínez (Colegio Murciano). Expulsó a Arambarri por dos tarjetas y mostró tarjetas amarillas a Araújo, Cucurella, Maksimovic, Mallo, Rubén, Mata, Damián, Smolov, Ósca García y Gabriel Fernández.
Incidencias: Jornada 27 de La Liga disputado en el Coliseo Alfonso Pérez.