La construcción de la Ciudad Deportiva Afouteza ha generado un profundo debate y diversas tensiones entre parte de la comunidad y el RC Celta. El ambicioso proyecto GS360 busca posicionar al Celta como un referente en cuanto a infraestructuras deportivas (y de formación paralela), pero ha desatado una serie de tensiones con grupos ecologistas y comuneros locales, quienes cuestionan el impacto ambiental de las instalaciones, especialmente en lo referente a la gestión del agua.
Un proyecto bajo lupa
El agua ha sido el tema central de la controversia. El proyecto GS360, encabezado por Carlos Cao, director de Infraestructuras y Relaciones Institucionales del Celta, ha sido objeto de duras críticas por parte de ecologistas y comuneros, que temen que las obras puedan poner en peligro los acuíferos locales, fuentes vitales de abastecimiento para buena parte de la comarca. Las organizaciones como Ecologistas en Acción han liderado la ofensiva legal, señalando que la obra se está realizando en una zona ecológicamente sensible y sin el debido consenso con los habitantes de Tameiga.
Carlos Cao, en la presentación del proyecto, aseguró que la gestión del agua sigue estrictos controles de seguridad, destacando además que no se está realizando un uso industrial del recurso hídrico. Además, subrayó que “el agua vertida en el sistema de fecales cumple con todas las normativas de seguridad”, y que se han implementado sistemas de reciclaje y depuración avanzados para minimizar el impacto ambiental.
De la misma manera Cao ha añadido que el control de los acuíferos se realiza de manera exhaustiva, con monitoreo constante para evitar cualquier alteración que afecte al entorno natural. De la misma manera Carlos Cao manifestaba que con la lluvia las balsas se llegaban y a través del rebosadero se revierte al medio al no ser agua tratadas, «el proyecto de Afouteza es escrupuloso dentro de lo que marca la ley».
La dimensión social del conflicto
A pesar de las garantías ofrecidas por el club, las tensiones persisten. Los comuneros de Tameiga consideran que los terrenos comunales han sido utilizados sin su consentimiento, y las demandas judiciales han sido una constante desde el inicio del proyecto, y presumiblemente seguirán paralelamente a la construcción de la ciudad deportiva. Sin embargo, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha fallado en repetidas ocasiones a favor del Celta, validando la legalidad de las obras. Este respaldo legal ha sido clave para que el club continúe con su iniciativa, pero la percepción de falta de transparencia y el supuesto predominio de los intereses privados sobre los comunales sigue generando desconfianza.
Aun así, el Celta, en voz de su director de Infraestructuras y Relaciones Institucionales, ha manifestado su voluntad de abrir un nuevo proceso de diálogo con los colectivos afectados, incluyendo la posibilidad de someter el proyecto a una nueva exposición pública. El club está dispuesto a escuchar las inquietudes de los comuneros y ecologistas, buscando un entendimiento y la ansiada paz social que permita avanzar sin perjudicar el equilibrio ambiental, ni a los vecinos.
Reforestación y recuperación del entorno
Más allá de la gestión hídrica, el Celta ha emprendido acciones para revitalizar el entorno natural de la Cidade Deportiva Afouteza. En la siguiente fase del Proyecto GS360 se procederá a la eliminación de bosque de eucaliptos, una especie invasora que afecta negativamente a la biodiversidad gallega y para minimiza el impacto se replantarán especies autóctonas, contribuyendo a la recuperación del equilibrio ecológico y embelleciendo el paisaje.
Además, desde que el club se ha asentado en Mos, los gobiernos locales han promovido la recuperación de rutas de senderismo colindantes a las instalaciones deportivas, poniendo en valor espacios naturales que habían caído en desuso. Estas iniciativas buscan generar un impacto positivo en la comunidad, fomentando el ecoturismo y la sostenibilidad económica de la región, al tiempo que se preserva el entorno para las futuras generaciones.
Compromiso con la sostenibilidad
El proyecto GS360 ha puesto a prueba la capacidad del Celta para equilibrar el desarrollo deportivo con la protección del medioambiente. Mientras que las polémicas en torno al impacto ambiental continúan, el club ha reafirmado su compromiso con la sostenibilidad, implementando soluciones que aseguren una gestión responsable de los recursos hídricos y un legado positivo para la comunidad de Tameiga.
A largo plazo, el éxito de Afouteza dependerá no solo de sus infraestructuras deportivas, sino también de su capacidad para reconciliar sus ambiciones con las preocupaciones legítimas de los vecinos y ecologistas. La apertura al diálogo y la transparencia serán elementos clave para encontrar un punto de encuentro entre el progreso deportivo (y económico) y el respeto al entorno natural, definiendo así el futuro del proyecto y su impacto en la sociedad.
En última instancia, la ciudad deportiva Afouteza no solo representa una inversión en el desarrollo del deporte de alto rendimiento en Galicia, sino también una oportunidad para liderar con el ejemplo en la gestión sostenible de recursos, y en la convivencia entre el avance y la conservación ambiental.