El delantero moañés Iago Aspas, autor del gol que supuso el empate del Celta ante el Barça en la última jugada del partido, estaba exultante por la reacción de su equipo.
“Este equipo nunca se rinde, ya lo habíamos demostrado en anteriores partidos. Hicimos una primera parte muy mala, llegábamos siempre tarde a la presión. Nos llegaron cuatro veces y nos marcaron tres goles, fue un mazazo durísimo”, reconoció a Movistar el atacante, autor de un doblete en el segundo tiempo.
Aspas reconoció que no esperaba “un bajón” así del Barça, y desveló que en el vestuario Eduardo “Chacho” Coudet les pidió que no bajaran los brazos.
“En la segunda parte entraron las que no entraron en la primera. En la primera parte fueron superiores pero hicimos unos ajustes tácticos y el primer gol nos dio vida”, comentó.