La imagen que ofreció el Celta en Getafe el pasado lunes lo dice todo del estado actual de este equipo. Se encuentra perdido y escaso de ánimo. El comandante de la tropa, el ‘Toto’ Berizzo, parece que también ha extraviado el rumbo. Tras caer en el Coliseum, reconoció que comprendería que la directiva lo destituyera, pero el destino y Carlos Mouriño han querido brindarle una última oportunidad.
Mucho tendrá que cambiar el Celta para que el argentino continúe siendo celeste el domingo. La excusa del buen juego ya no sirve, porque ante el Espanyol y el Getafe el equipo estuvo casi ausente en ataque, espeso en en el centro del campo y preocupantemente blando en defensa. En entredicho están también las decisiones del propio Berizzo. No supo tomar las riendas y variar la dinámica de estos partidos con cambios en las segundas partes.
La situación, además de preocupante, es un tanto extraña. Carlos Mouriño no quiso ni ratificar a su técnico ni tan siquiera referirse a la crisis del equipo esta semana. Su silencio ha creado todavía más intranquilidad e incertezas, lo único que parece claro es que el futuro de Berizzo depende del partido de este sábado.
Y qué golpe de efecto prepara el técnico para su último examen. Buena pregunta. Este viernes dejó entrever que habrá cambios e incluso que no le gustó demasiado la actitud de alguno de sus jugadores ante el Getafe. Eso sí, se mordió la lengua y estas dudas solo serán resueltas cuando se conozca el once que disponga ante el Córdoba. ¿Quién se caerá de la alineación? Es fácil conjeturar y muy complicado acertar. El principal agujero lo tiene en la defensa, concretamente en la banda derecha, debido a las ausencias del lesionado Hugo Mallo y del sancionado Jonny. Sergi Gómez, que ya ha jugado de lateral esta temporada, parece el recambio más natural. En el centro del campo podría volver Álex López tras una largo ostracismo y relegar al banquillo a alguno de los jugadores que están rindiendo por debajo de su nivel últimamente, como Michael Krohn-Dehli. Arriba, una gran duda: Larrivey o Charles.
Esta audiencia pública será aún más pública de lo habitual. Las medidas llevadas a cabo por el club para intentar que Balaídos presente una buena imagen han surtido efecto y se espera que el estadio roce el lleno. De hecho, este viernes tras el cierre de las taquillas solo quedaban por vender unas 1.300 entradas y Río Alto, Marcador y Gol ya habían colgado el cartel de no hay billetes. La afición del Celta es paciente y se caracteriza por estar siempre con su equipo, pero una vez finalice el encuentro seguro que Balaídos dictará sentencia, decidirá si Berizzo ha de ser condenado o absuelto.
El invitado especial a este drama será un Córdoba muy diferente al que se midió al Celta en la primera vuelta. Miroslav Djukic ha sustituido a Albert Ferrer en el banquillo y el equipo, tras una primera etapa un tanto dubitativa tras la llegada del serbio, ha reaccionado. Ya no está en los puestos de descenso y si gana en Vigo igualará a puntos con el Celta. Además, hace una semana a punto estuvo de darle un tremendo susto al Madrid en su campo. Los andaluces llegan sin Fede Cartabia, el autor del tanto del empate en el encuentro de la primera vuelta. Aun así, será un rival correoso y que le pondrá las cosas difíciles al Celta y a Berizzo.
Celta: Sergio Álvarez; Sergi Gómez, Cabral, Fontás, Planas; Radoja, ‘Tucu’ Hernández, Alex López; Nolito, Orellana y Larrivey o Charles.
Córdoba: Juan Carlos; Gunino o Campabadal, Pantic, Crespo, Edimar; Rossi, Deivid; Bebé, Borja García, Ghilas; y Florin.
Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (colegio cántabro).