«He madurado, he aprendido, he visto otras cosas. Es el mejor momento para volver al que, como dije cuando me fui, es el mejor club del mundo. Fue un día difícil, ahora vuelvo a casa». Hace dos años se marchó dejando en las arcas del Celta 9 millones de euros, pero sabía que en cualquier momento volvería a la que siempre ha sido su casa. Iago Aspas, tras su paso por el Liverpool y el Sevilla, pisó de nuevo este viernes el césped de Balaídos.
La última vez que lo hizo vestido de celeste -jugó la pasada temporada en el estadio vigués con la camiseta del Sevilla- fue el 1 de junio de 2013, el día de la agónica salvación ante el Espanyol. Ahora, dos años después, la afición volvió a demostrarle que tiene un hueco en su corazón. «Aprendí la dureza del fútbol y a estar fuera de casa. He pasado momentos difíciles. Era más fácil quedarme en otros lados ganando más. Pero soy inconformista», dijo el delantero después de ser presentado por el directivo Pedro Posada y el director deportivo, Miguel Torrecilla.
«A mí me gusta disfrutar del fútbol y qué sitio mejor que mi casa», aseguró ante unos 1.500 aficionados. El estadio de Balaídos se vistió de gala para presentar al primer fichaje céltico de este mercado veraniego. El club vigués ha pagado por él 4 millones de euros -cifra que podría aumentar en un función de variables- y el jueves, tras pasar el reconocimiento médico, firmó un nuevo contrato que le une al Celta hasta 2020.
Aspas no ha tenido suerte lejos de Vigo. Ni en el Liverpool ni en el Sevilla gozó de demasiadas oportunidades, a pesar de que el club hispalense se ganó el respeto de la afición a base de goles en los pocos minutos le dio Unai Emery. Ahora, de vuelta a Vigo, espera volver a tener continuidad y demostrar que sigue atesorando la misma calidad de siempre y que, además, es un futbolista más maduro.
El celtismo, que se congregó este viernes en Balaídos, volvió a aclamar al jugador que salvó al Celta del descenso a los infiernos en aquel heróico partido ante el Alavés y que llevó en volandas hacia Primera a los celestes hace cuatro temporadas. El moañés espera recompensar a su afición con goles.