Si no ocurre nada extraño, el argentino y el danés se quedarán muy cerca de entrar a final de esta temporada en el selecto grupo de jugadores extranjeros con más de 100 partidos con el Celta en Primera. Krohn-Dehli lleva ya 87, uno más que Augusto Fernández. Son los Mostovoi, Cáceres, Gudelj, Karpin o Gustavo López de esta década. Quizás lo más triste de esta historia es que uno de ellos, Michael Krohn-Dehli, no irá más allá de ese centenar. Justo cuando ha alcanzado su madurez, a los 31 años, parece muy complicado que siga en el Celta. Su contrato finaliza dentro de cuatro meses y, salvo milagro inesperado, será el último que haya firmado con la entidad celeste.
Pero volvamos a los inicios. Verano de 2012. El Celta regresaba a Primera y Torrecilla tenía la ardua tarea de hacer del conjunto celeste un equipo competitivo. El celtismo se empezó a poner nervioso cuando el mes de julio acabó y el Celta aún no había cerrado sus fichajes más importantes, los que le tendrían que hacer dar el salto de calidad. Pero aún quedaba un mes de mercado por delante y el director deportivo lo aprovechó. Y fichó sin dejar llevarse por el nombre, porque, reconozcámoslo, estos dos futbolistas eran prácticamente unos desconocidos para el aficionado medio celeste antes de su llegada. A Krohn-Dehli le había otorgado un poco más de notoriedad su participación en la Eurocopa de ese año, pero era una incógnita qué podía aportar al Celta. Augusto, por su parte, era un argentino que había probado fortuna en el fútbol francés y había tenido que regresar a su país.
Krohn-Dehli pronto se metió en el bolsillo a la afición de Balaídos, que comprobó que aquel muchacho rubio con pinta de ‘guiri’ tenía una calidad fuera de lo común. Su zigzagueante forma de conducir el balón, propia de Andrés Iniesta, y sus pases milimétricos enamoraron al celtismo. Fue prácticamente amor a primera vista. El danés no había tenido vacaciones ese año y su rendimiento fue decreciendo a lo largo de la temporada. Pero regresó con fuerza en la 2013/14, en la que acabó convirtiéndose en un jugador muy importante para Luis Enrique.
Con Augusto el flechazo no fue tan instantáneo. Llegó con el ritmo argentino en sus botas y en sus primeros meses en Vigo se ganó una inmerecida fama de jugador lento. Cuando al fin se adaptó al fútbol español, se convirtió en el líder del equipo. El de Pergamino ha nacido para ser capitán – honor que ya ha alcanzado esta temporada-, es todo pundonor y sacrificio. Y sus virtudes futbolísticas son indiscutibles. Su versatilidad y su inteligencia le hacen ser un jugador indispensable. No por casualidad ha formado parte de la plantilla que se proclamó subcampeona del Mundo este año en Brasil.
Y ahora regresemos al presente, al encuentro de este sábado en Riazor. El Deportivo mordía, estaba asfixiando al Celta con su fuerte presión. Hasta que apareció Krohn-Dehli y el partido comenzó a bailar a su compás. Es complicado encontrar en Primera División muchos más jugadores que controlen tan bien el tempo del partido, que hagan que no solo su equipo, sino también el rival, se muevan al ritmo que él marca. No vamos a cometer el sacrilegio de compararlo con Alexander Mostovoi. Además, son jugadores distintos. Pero si se nos viene a la cabeza la imagen del ruso al escribir estas líneas, será por algo.
El partido de Augusto quizás ha llamado menos la atención. En Riazor, como viene haciendo últimamente, se dedicó a tareas de intendencia. Es la versatilidad hecha jugador. De extremo a interior y de interior a pivote (y no olvidemos sus apariciones esporádicas como lateral). Berizzo ha encontrado con él el equilibrio que andaba buscando. La pareja que ha formado con Radoja en el mediocentro ha provocado que la recuperación del Celta no fuese flor de un día. Y recordemos que la jugada del primer gol nació en sus botas. No se ha olvidado de que el objetivo de este deporte es llegar a la portería contraria.
Krohn-Dehli y Augusto han visto crecer a este Celta. Herrera, Resino, Luis Enrique y Berizzo han encontrado a dos fieles aliados en el sudamericano y en el nórdico. Se puede confiar en ellos. Vamos a perder la cuenta de las veces que Balaídos coreará el «Krohn-Dehli quédate». Es muy complicado, pero ojalá estos gritos tengan algún efecto. Y ojalá también que nunca sea necesario entonar el «Augusto quédate». Acaba contrato en 2016…
Extranjeros con más partidos con el Celta en Primera:
Mostovoi: 235
Gustavo López: 205
Cáceres: 198
Gudelj: 195
Karpin: 168
Ratkovic: 134
Dutruel: 128
Giovanella: 128
Lezcano: 126
Revivo: 124
Cavallero: 121
Edú: 117
Catanha: 115
Mazinho: 114
Djorovic: 100
Luccin: 97
Berizzo: 90
Vagner: 89
Krohn-Dehli: 87
Augusto: 86