«Tenemos un autobús preparado, pero no tenemos quién nos venda las entradas», explica Álex Costas, de la peña Centolos Celestes. La Federación de Peñas decidió en la asamblea del pasado mes de agosto que no organizaría el desplazamiento a Coruña, como no hizo ya en el último derbi, cuando el Celta vendió las entradas a través de una tienda de telefonía móvil. Aun así, ha expresado al club su inquietud respecto a este asunto. Su presidente, Pepe Méndez, asegura que «confío en que al final se pueda solucionar el problema, pero está complicado. De momento, aún no me han comunicado nada».
Algunos peñistas también han intentado gestionar la compra de entradas a través del propio Real Club Deportivo de A Coruña, pero desde la ciudad herculina les han informado de que en las taquillas del estadio no habrá a la venta entradas para la grada en la que se ubicará la afición visitante.
Los incidentes sucedidos hace un par de meses en las inmediaciones del Estadio Vicente Calderón, que se saldaron con el asesinato de un hincha deportivista, han provocado que se haya endurecido la normativa antiviolencia y parece que nadie se quiere hacer responsable de un desplazamiento de alto riesgo como este. El Deportivo le ofreció al Celta 1.300 entradas para su afición a cambio que fuera este el que las vendiera y se encargara del dispositivo de seguridad. El club vigués se negó a hacerlo y se siguen buscando alternativas para que la afición viguesa pueda estar presente en Riazor el próximo 21 de febrero.
Álex Costas asegura que «si nos dieran la opción de hacernos responsables de la gente de nuestra peña, lo haríamos. Queremos hacer este viaje como regalo a nuestros peñistas». Costas, además, explica que esta semana se puso en contacto con el club en nombre de la peña Centolos para que le ofreciese una solución, pero todavía no ha obtenido respuesta. Este peñista cree que con todas estas trabas que están poniendo desde las altas instancias deportivas al desplazamiento de seguidores a otros estadios «le estamos dando la razón a los violentos, porque al final los que acabamos pagando somos los aficionados normales».
El último viaje a Coruña que organizó la Federación de Peñas fue el de la temporada 2011/12, que estuvo plagado de incidentes debido al deficiente dispositivo de seguridad diseñado en A Coruña. Varios autobuses que transportaban a seguidores del Celta fueron apedreados y hubo varios heridos por impactos de adoquines y otros objetos contundentes y por cortes producidos por las lunas rotas de los autocares. Estos incidentes provocaron que la Federación se echase a un lado. En la campaña 2012/13, fue el Celta el que se encargó de vender las entradas y, como hemos dicho, lo hizo a través de una tienda de telefonía móvil. Ahora, se buscan soluciones, pero cada día parece más complicado que los aficionados del Celta se desplacen a Riazor, al menos de forma organizada.