Nuevo varapalo a la Ciudad Deportiva del Celta con un nuevo informe sectorial que se opone a la construcción de esta infraestructura en el municipio de Mos.
Tras superar el primer trámite institucional el pasado mes de julio en el Consello da Xunta, con la aprobación inicial, y vencer el plazo de alegaciones, el proceso para dotar de seguridad jurídica al macroproyecto del Celta sigue su curso con la emisión de informes sectoriales como el de la Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS), que se «reparte» el ámbito afectado con la Confederación Hidrográfica Galicia Costa, que depende de Augas de Galicia.
El informe se selló a comienzos de diciembre, pero ha sido este miércoles cuando ha salido a la luz a raíz de una nota publicada por la asociación Ecoloxistas en Acción, que han celebrado «el informe preceptivo y vinculante» de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, desfavorable al desarrollo del proyecto GS360 en una superficie de unas 30 hectáreas en Mos.
En su comunicado, la organización ecologista recuerda que no es el único informe desfavorable, ya que también el Concello de Vigo y la propia Consellería de Infraestruturas e Mobilidade de la Xunta informaron contrariamente. Asimismo, subrayan, presentaron «peros» al proyecto la Directora Xeral do Patrimonio Cultural y el jefe de área del Servizo de Montes de la Xefatura Territorial en Pontevedra de la Consellería do Medio Rural.
Informe desfavorable
El informe de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil es «desfavorable en cuanto a la disponibilidad jurídica de los recursos hídricos necesarios para el desarrollo del proyecto de interés autonómico al no encontrarse, en la documentación aportada, claramente evaluados éstos ni su procedencia, ni el futuro de las concesiones que se pueden ver afectadas».
«No se realiza un estudio pormenorizado de la afección a cada uno de los aprovechamientos de agua afectados ni de las medidas previstas para garantizar o reponer dichos caudales. Tampoco se aporta ningún documento que certifique o recoja acuerdos entre el Ayuntamiento de Mos y las Comunidades de Usuarios afectadas con el PIA, por los cuales los primeros renuncien a sus concesiones para el aprovechamiento de agua en favor de su conexión a la nueva red de abastecimiento», señala.
Asimismo, precisa que «no se estudian las necesidades de recursos hídricos de los núcleos de población cuyas captaciones resultan afectadas por el ámbito de actuación y que se entiende que deberán ser cubiertas por la nueva aducción». Del mismo modo, tampoco «se informa acerca del volumen y caudal de transferencia concedido desde el embalse de Eiras a los núcleos de población que se abastecen en la actualidad del depósito de Veigadaña, ni se cuantifica el caudal que estaría comprometido para dichos núcleos y el que quedaría libre, por lo que tampoco se analiza si este caudal disponible sería suficiente para abastecer las nuevas demandas generadas de la ejecución del PIA, ni tampoco a los otros abastecimientos afectados».
El documento, emitido después de que la Secretaría Xeral para o Deporte presentase ante la CHMS el proyecto y la aprobación inicial del mismo como iniciativa de interés autonómico, sí se muestra favorable respecto a los nuevos caudales de aguas residuales que se pudiesen derivar del desarrollo del proyecto, vinculado a la conexión a la EDAR de Guillarei y también es favorable con respecto a los usos permitidos en terrenos de dominio público hidráulico.
Por tanto, señala que emitirá un nuevo informe una vez que se hayan «aclarado o modificado los aspectos que llevan a su sentido desfavorable«.
«No es subsanable a corto plazo»
En este sentido, desde Ecoloxistas en Acción consideran que esa insuficiencia hídrica señalada por el organismo «no es subsanable a corto plazo» por lo que exigen a la Xunta que anule la declaración de proyecto de interés autonómico al GS360.
De hecho, consideran que «la construcción de un proyecto de esta envergadura agravaría la escasez de agua, ya que la construcción de un proyecto de esta envergadura es muy perjudicial, porque pone en riesgo nacimientos y cauces de riegos dada la fragilidad de la capa geológica». En su nota, recuerdan que ocuparía 150.000 m2 de terreno forestal en los montes comunales de Tameiga.
«La Confederación Hidrográfica deja bien claro que no hay agua suficiente para abastecer el millón de litros diarios que demanda el GS360, pero además el despropósito es tan grande que los promotores han anunciado la construcción de un gran parque de atracciones de agua en el complejo de ocio», precisa Cristóbal López, portavoz de Ecoloxistas en Acción, que alerta del «boom urbanístico» que supondría la «pretendida reclasificación de los terrenos, actualmente suelo rústico de especial protección». «Estadio Arena, hotel, restaurantes, tiendas de ocio y aparcamientos para 1.200 vehículos con el consiguiente incremento del tráfico rodado. Es una presión urbanística que los acuíferos de la zona no pueden soportar y secarán a la mínima que haya escasez de precipitaciones«, asegura.
«Legalizar por las bravas»
«Todos estos informes desfavorables ponen fin al intento de la Xunta de legalizar por las bravas una ciudad deportiva declarada ilegal por la justicia«, afirman desde la organización ecologista, que irá a los tribunales si la Xunta «no acata los informes negativos y continúa con el procedimiento».
Al respecto, concluyen el comunicado haciendo un llamamiento al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para que «ponga fin a la anomalía jurídica de tener paralizada, más de un año ya y sin razón legal alguna, la ejecución de la sentencia» y «emita sin más demora la orden de derribo de la ciudad deportiva«. «Es fundamental que la justicia no permita la impunidad de los que se creen que están por encima de la ley y pueden apropiarse del bien común», finalizan.