Las pruebas efectuadas en las últimas horas al atacante de Moaña revelan que la evolución es buena gracias al tratamiento especial al que está siendo sometido pero la lesión -rotura de fibras en el gemelo interno derecho- todavía no ha cicatrizado, por lo que el tiempo de baja no sufre variaciones.
De esta manera, en el mejor de los casos el delantero celeste reaparecería después del parón liguero, contra el Villarreal, en un partido que promete ser trascendental para ambos equipos. Esto echa por tierra las especulaciones que apuntaban hacia una milagrosa recuperación del jugador y a su posible regreso contra el Real Madrid.