El acto oficial de inauguración de la primera fase de la ciudad deportiva del Celta, que en realidad abrió sus puertas el pasado jueves, ha tenido unos ‘invitados inesperados’. Se trata de los comuneros de Tameiga, que acudieron a los terrenos de juego construidos en la parroquia de Pereiras para manifestar su rechazo al “pelotazo” del club vigués en el ayuntamiento de Mos.
Los responsables de la comunidad de montes desplegaron una pancarta para recibir al medio centenar de personas que asistieron a mediodía de este sábado al evento organizado por la entidad propiedad de Carlos Mouriño. A él acudieron tres representantes del celtismo –el socio número 1, el ganador del concurso para dar nombre a las instalaciones y el presidente de la Federación de Peñas-, el máximo mandatario del fútbol español, Luis Rubiales, y diferentes políticos locales y gallegos, todos del Partido Popular. Entre ellos, el jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo.
“Sabemos que este acto dos promotores do pelotazo urbanístico non inagura nada, as obras están sen rematar e terán que enfrentarse as múltiples denuncias que poñen en tela de xuizo a súa legalidade. Este acto é so unha escenificación máis para presentar o seu delirio como un feito consumado e que a veciñanza se dea por vencida”, advirtieron a través de un comunicado los comuneros de Tameiga, que se oponen al centro comercial que el Celta quiere levantar en sus terrenos.
La comunidad de montes asegura que “non ten nada en contra de dous campos de fútbol, sempre que cumplan a legalidade”, pero ha alertado de que, a su juicio, la construcción de estos terrenos de juego “é un cabalo de Troia para logo expropiar e recalificar o resto do monte”. “Non esquezamos que o seu despropósito ambiental é urbanístico abrangue un millón de metros cadrados de solo rústico de especial protección”, finalizan.