“Hola. Soy Hugo Mallo. ¿Qué tal estás?”. Aunque parezca un improbable inicio de conversación telefónica esto es lo que le ocurrió este miércoles a un socio del Celta de 81 años que vive solo y que no puede recibir visitas en estos días de confinamiento. El capitán charló con él durante unos cinco minutos, conoció sus inicios como celtista y hasta le propuso conocerse personalmente en Balaídos.
Y es que la Fundación Celta lleva días comunicándose con diferentes abonados históricos del club para ponerlos en contacto con jugadores del primer equipo, que les llaman una vez que hay visto bueno.
Ese ha sido el caso del socio 19 del club y de otros con números de carnet muy bajos que suman al menos 50 años de antigüedad. Algunos han recibido ya la llamada de sus ídolos y otros la esperan para estos días tras haber aceptado formar parte de esta bonita iniciativa. La idea de la fundación permitirá a muchos salir del aislamiento y llevarse una alegría al ver cómo el Celta se interesa por su estado.
Incluso aunque convivan en familia, este gesto de la entidad celeste y de los propios futbolistas ayudará a los seguidores más fieles del club vigués a sobrellevar lo mejor posible la cuarentena. No sólo por ser los más leales a unos colores sino por ser el grupo de edad más vulnerable al Covid-19.