Si el pasado sábado le llegó la oportunidad en Liga a Guidetti y Bongonda, el encuentro de este miércoles, de Copa del Rey, sirvió para que Madinda, Drazic, y Señé estrenaran titularidad. Berizzo, poco a dado a utilizar a los hombres de banquillo -recordemos que es el técnico de Primera que menos rotaciones hace-, se encontró este miércoles con razones para dar más minutos a sus suplentes.
La papeleta para estos jugadores no era sencilla, ya que apenas cuentan con ritmo de juego. Pero no defraudaron, en especial Madinda, que cuajó una más que decente actuación, primero jugando en el centro del campo y después intercambiando su posición con Señé para ocupar el puesto de extremo derecho.
Drazic, por su parte, participó el el tercer tanto del Celta. Suyo fue el disparo que repelió el portero del Almería y que Guidetti transformó en gol al aprovechar el rechace. Al margen de esta jugada, el serbio dejó alguna que otra pincelada. No obstante, tampoco pudo hacer valer su velocidad. Señé, que se estrenó con el primer equipo el pasado sábado ante el Sporting, se mostró muy participativo, apareciendo por ambas bandas en la primera mitad. Borja Fernández también estuvo correcto en el centro del campo. Por último, Rubén Blanco realizó una gran parada antes del descanso evitando el empate del Almería. En el gol no pudo hacer más.
Conviene también destacar la actuación de Tucu Hernández. Pero esto ya no es novedad. Y es que tras tener que oír silbidos en Balaídos, se ha convertido en uno de los jugadores más en forma del Celta. Este miércoles, ante la ausencia de Augusto, fue el mariscal en el centro del campo que el conjunto celeste necesitaba. Además, asistió a Iago Aspas en sus dos goles. El sábado no jugará ante el Betis al tener que cumplir un partido de sanción.
Por último, cabe reseñar las actuaciones de Wass y Jonny en dos posiciones en la que habitualmente no juegan. El danés ocupó el lateral derecho, puesto que no le es ajeno, ya que en jugó en él en muchos partidos con el Évian, pero que aún no había desempeñado en el Celta. No se complicó y subió la banda con bastante frecuencia. Jonny, por su parte, jugó de central, puesto que ocupa habitualmente con la sub-21. Fue uno de los más destacados, como también lo había sido en Riazor cuando le tocó ocupar esta posición tras la lesión de Fontás.
La plantilla del Celta demostró en Almería que no es tan corta como parece y también quedó claro la versatilidad de los hombres de Berizzo. Dos conclusiones positivas en un partido de Copa sin demasiada historia.