El delantero añade cómo fueron los instantes previos al lanzamiento: «No estaba fijado el lanzador. Fabián cayó al suelo y no estaba bien para tirar. Cogí el balón y pregunté a mis compañeros si podía tirarlo y asumí esa responsabilidad. Por suerte, marqué». Hubo suspense, ya que el árbitro mandó repetir el lanzarlo: «Hubo un momento que sí que se me pasó por el cuerpo una sensación rara, pero solo me centré en marcarlo. Siempre me fijo en los porteros. El primero lo tiré por el centro. Si lo tiras a media altura, el portero muy pocas veces se queda en el medio. En el segundo, miré por el rabillo del ojo, vi al portero muy clavado y lo lanzé a la derecha».
Está satisfecho con su rendimiento personal en Las Palmas y también con el del equipo a pesar de la derrota: «Intenté hacer el mayor trabajo posible para ayudar al equipo y la verdad es que estoy contento con mi partido. Las sensaciones fueron buenas y sobre el campo lo di todo. Tampoco creo que haya sido un partido tan malo del equipo como se dice. Al principio no nos sentimos cómodos, ellos apretaron mucho. En la segunda parte estuvimos mejor».
La duda de Orellana le puede abrir una puerta al once este sábado ante el Real Madrid. Él se siente capacitado para jugar: «Siempre afrontó las semanas con humildad y trabajo. Esperamos que Fabián se recupere, pero si me toca a mí, lucharé al máximo». Por último, asegura que no se le pasa por la cabeza alternar el primer equipo con el Celta B («Nadie me ha planteado jugar con el filial y yo tampoco me lo planteo», dijo) ni marcharse en el mercado invernal, ya que espera tener más oportunides en Vigo: «No me planteó salir del Celta. Ahora vienen una serie de partidos bastante consecutivos e intentaré volver a tener minutos y demostrar que me puedo quedar aquí».