Mouriño señaló que solo cuenta con tres alternativas. La primera de ellas es vender el Celta a un grupo empresarial extranjero. El máximo accionista celeste repitió que no ha puesto el club en venta, pero reconoció la existencia de una oferta y que el grupo interesado ya ha depositado un aval por un valor superior al precio marcado. Eso sí, aseguró que «no hemos firmado nada ni hemos llegado al más mínimo acuerdo ni verbal ni escrito».
La segunda alternativa consiste en que «nos crucemos de brazos, no hagamos nada y que el tiempo pase». El presidente no es partidario de esta opción porque «no es mi forma de ver las empresas, la ciudad y el Celta».
Por tanto, opta por la tercera vía, que consiste en que el club siga creciendo con la compra de Balaídos. Mouriño aseguró que el Celta «solo tiene un arraigo sentimental en la ciudad. Pero el sentimiento se muere, no sirve si no lleva algo más sólido detrás» y señaló que «no soy alarmista, soy realista». El presidente destacó que en otros países como EEUU o México «los cambios de equipos de ciudades se dan con una frecuencia brutal».
«Como vigués y como celtista no me quedaré de brazos cruzados. El Celta quiere Balaídos», reiteró el máximo accionista céltico, que negó que la compra del estadio sea una estratagema para vender el club a un mayor precio. «Lo que estamos haciendo es buscando arraigo en la ciudad. Estamos haciendo esto por Vigo y por el Celta. Estoy poniendo un candado a las personas que hereden el club. Solo queremos permisos para comprar el estadio o para construir una Ciudad Deportiva».
Mouriño, además, explicó que «si esto es un órdago por mi parte, que alguien lo acepte. Con esos permisos garantizamos que el Celta no se va a vender».
El presidente también relató los proyectos que le ha tumbado el Concello al Celta, aunque en ningún momento mencionó al alcalde Abel Caballero. Se refirió a los conciertos de Maná, U2 y Los Suaves para los que no lograron el beneplácito del Concello para que se celebraran en Balaídos, así como los proyectos frustrados para construir la nueva Ciudad Deportiva tanto en Bembrive como en Valladares o en la antigua fábrica de Álvarez o la Universidad del Deporte en San Roque.
Por último, Mouriño aseguró que si el Concello no se muestra dispuesto a vender Balaídos al Celta, el club se plantearía adquirir terrenos en algún municipio limítrofe -nombró O Porriño, Mos y Nigrán- para construir un nuevo estadio.
???? Mouriño: "Estoy poniéndole candados a las personas que hereden el club. Quiero procurar que el club no se mueva de aqui" #ProxectoCelta pic.twitter.com/Sm4SU0o2cG
— RC Celta (@rccelta_oficial) 2 de diciembre de 2016