«Lo hemos pasado mal. Hoy hemos venido jodidos, destrozados. Pero hoy ya hemos cambiado el chip, ya hemos hablado de lo sucedido. Nosotros nos merecemos pasar página, la afición se merece que el equipo dé la cara, y esa es la idea que tenemos. Está claro que vamos a tener el dolor por dentro, pero ese dolor nos va a dar fuerza. No podemos fallarle a esta gran afición que tenemos, que nos está apoyando. Nosotros también nos sentimos respaldados por ellos y queremos que ellos se sientan también orgullosos de nosotros. No nos queda otra que seguir trabajando y seguir remando hacia adelante. Porque creemos, y todos coincidimos, que nos queda mucho y podemos conseguir cosas muy bonitas y buenas», señaló Mallo en rueda de prensa.
El Celta regresó este viernes a los entrenamientos y los jugadores y el cuerpo técnico charlaron sobre lo sucedido en Mendizorroza. Mallo explicó en qué consistió esta conversación. «Creo que era un momento en el que se necesitaba una charla, ver hacia dónde tirar, era necesaria. Todos coincidimos en que duele, está claro que duele, nos duele ver a la gente que se desplazó y la que no se desplazó. Había puestas muchas ilusiones y fue un palo. Pero hay que centrarse en la Liga, el Atlético, y después tenemos una oportunidad para seguir haciendo las cosas bien, que es la Liga Europa», dijo.
También explicó lo que les comentó Eduardo Berizzo. «Que hay que ser fuertes de cabeza, que todo pasa, y que esto es un equipo. Hay que tirar hacia delante entre todos, estar arropaditos, todos juntitos, y la afición se lo merece, que el equipo dé la cara. Salgan bien o mal las cosas, el equipo tiene que dar la cara. Lo sabemos porque sabemos qué se ha generado alrededor de este equipo, un equipo joven, atrevido, con ilusión, con ganas y con hambre. Nos queda una competición muy bonita como la Liga Europa y, sobre todo, la Liga», señaló.
El lateral, a pesar de esta eliminación, se muestra muy orgulloso por pertenecer al Celta. «Sabemos que es difícil en el fútbol moderno, en el cual están Barcelona, Madrid y Atlético y lo suelen ganar todo. Pero somos el Celta. Nadie dijo que fuera a ser fácil. Prefiero que algo me cueste pero pertenecer al club de nuestra ciudad, al club que me lo dio todo. No sé si es dejar pasar una oportunidad, lo hemos intentado, no nos ha salido y no hemos sido capaces. Por el camino han quedado equipos como el Real Madrid, me siento orgulloso de haberlos eliminado. Lo hemos intentado en una semifinal, pero el rival también juega y no hemos sido capaces», comentó.
Por otra parte, Hugo Mallo asegura que la eliminación ante el Granada en la promoción de ascenso fue un momento más duro que el de este miércoles. «Ha sido de las más duras, pero no la más dura. Duro sí que es jugar una fase de ascenso, con mucho en juego, económicamente y deportivamente, ese fue el palo más duro. Perder a penaltis en la fase de ascenso a Primera contra el Granada. Pero sí es cierto que quedar eliminado en una semifinal por segundo año consecutivo es un palo, pero también habla de que el Celta está haciendo las cosas bien, de que por segundo año consecutivo se ha metido en unas semifinales y no es fácil en el fútbol de hoy en día», explicó.
Ahora, el equipo se centra ya en otros objetivos. «Sabemos que tenemos que estar preparados, tanto mentalmente como físicamente. Se acabó la Copa. Desgraciadamente no hemos conseguido pasar la semifinal, pero ya está, se acabó y nos ha hecho daño, pero tenemos que estar recuperados tanto mentalmente como físicamente. Sobre todo cuando enfrente tienes un rival como el Atlético. Hay que ser fuertes, estar juntitos, ayudarnos el uno al otro. Y ya está, pensar en el Atlético. Si pensamos en el Alavés, no nos va a hacer bien. Y si pensamos lo más mínimo en el Alavés, que sea para coger fuerzas para todo lo que nos viene por delante», comentó Mallo.
Un capitán que ejerce como tal
Mallo también se refirió a su labor como capitán del Celta. «Sinceramente, me siento respaldado por mis compañeros. Pero hay acciones que no las hago porque lleve un brazalete, las hago porque las siento, al igual que las sienten otros compañeros. Al final soy capitán, tengo que estar a la altura. Hay situaciones que no hace falta que las haga yo, que también las hace otro compañero que no lleva ese brazalete. Son experiencias que entre todos las vivimos y las sacamos adelante», dijo y añadió que «responsabilidad tenía con 18 años cuando subí al primer equipo y nos jugábamos evitar el descenso. Esto es una responsabilidad, pero es bonita. Es diferente y gusta tenerla. Ser capitán del Celta para cualquier canterano es una situación especial. Tengo que disfrutarla con todo lo que conlleva».