«Será una eliminatoria difícil. El Genk es un rival que juega muy bien, que viene de superar un grupo importante, que ha eliminado a su clásico rival. Es un equipo que juega muy bien al fútbol. Nos va a dificultar evidentemente las cosas. Ya nos hemos enfrentado a un equipo belga como el Standard con su complicación. Y seremos un rival difícil para ellos como ellos lo serán para nosotros», explicó Berizzo.
Como en las dos anteriores eliminatorias, al Celta le toca jugar la vuelta lejos de Balaídos (la ida se disputará en Vigo el 13 de abril y la vuelta siete días después en Bélgica). Berizzo espera que como sucedió ante el Shakhtar y el Krasnodar esto no sea un hándicap para el Celta. «Nos hemos acostumbrado en las dos últimas eliminatorias a definir fuera. Para eso es necesario hacer un muy buen partido en casa, imaginar nuevamente un partido a 180 minutos. Que el trámite sea conocido y reconocible, que las cosas que sucedan durante el partido las mantengamos bajo control. Y jugar nuestro partido de igual manera, al ataque, asumiendo el control de la pelota, presionando arriba para tenerla mucho tiempo y haciendo todo el daño que podamos en ataque», comentó.
Por otro lado, el técnico celeste no cree que el Celta esté entre los favoritos a ganar la Liga Europa, pero sí garantiza que su equipo va a plantar batalla. «No creo que seamos de ninguna manera favoritos. A lo mejor generamos una corriente que tiene adeptos por la manera de jugar, pero en la competición están el Besiktas, el Lyon, el Manchester, equipos fortísimos como el Ajax, el Schalke… Así que no creo ni mucho menos que nosotros seamos el rival favorito para ganarla. Pero sí que creemos en lo que hacemos, somos un equipo valiente, creemos en nuestras posibilidades y ahora contra el Genk nos ilusionaremos con eliminarlo y pasar», destacó.
Berizzo también mostró su satisfacción por el buen rendimiento de su equipo en Krasnodar. «Muy felices y contentos. Haber equiparado lo logrado en el pasado nos llena de orgullo. Creo que jugamos un partido muy inteligente, muy concentrados en el plan de principio a fin, sujetamos el fútbol del Krasnodar y pudimos desarrollar el nuestro, golpeamos en el momento justo y nos clasificamos merecidamente después de ganar aquí y allá. Ahora, a pensar en lo que viene, dejarlo atrás y a imaginar el futuro», comentó.
Por último, el entrenador se refirió al entrañable abrazo que se dio con Iago Aspas después de que este hiciese el segundo gol ante el Krasnodar. «Tanta tensión acumulada que deseas liberarla de alguna manera. Cuando Iago convirtió el segundo gol, eso cerraba el partido, nos habíamos clasificado y exploté en su búsqueda», dijo.