Como el hijo pródigo. Así regresó Manuel Agudo Durán, «Nolito», (Sanlúcar de Barrameda, 1986), al Celta. El fichaje del gaditano y la primera convocatoria en esta nueva etapa con el Celta no pudo ser más milagrosa. Goleada histórica ante el Alavés -la mayor victoria en Balaídos desde hace más de siete décadas-, buen juego y la luz al final del túnel.
Es cierto que el sanluqueño salió con el partido decidido, puesto que entró por Rafinha en el descanso tras una arrollador primer tiempo de los vigueses (4-0), pero el nuevo jugador celeste demostró que sigue teniendo la calidad que necesita el equipo. Marcó de penalti y dio una asistencia monumental a Santi Mina para el sexto gol, pero dejó detalles de que no se ha olvidado de jugar al fútbol pese a los pocos minutos que tuvo en Sevilla.
A la conclusión del encuentro, Nolito también dejó claro que mantiene su espontaneidad ante los micrófonos. «Tenemos un mes que hay que apretar el culito», aseguró al canal de televisión «Movistar» al ser preguntado por el calendario que le queda al Celta en la recta final de La Liga (Real Sociedad y Barcelona esta próxima semana). «El que se duerma va para el pozo, no nos podemos permitir ese lujo. Hoy desde el primer minuto se veía la intensidad», añadió.
El futbolista también aseguró que estaba «feliz» por su regreso al club y a la ciudad que considera su casa y señaló, respecto a su gol de penalti, que había tenido «la suerte de que Brais me ha dejado lanzar».
Nolito llegó a Vigo en 2013 procedente del Granada. Durante sus tres temporadas en Vigo jugó un total de 100 partidos y marcó 39 goles, por lo que este domingo ante el Alavés hizo su tanto número 40 con la elástica celeste. En 2017 fue traspasado al Manchester City de Pep Guardiola, para el que apenas contó en la Premier League y estuvo a punto de regresar a Vigo, pero no hubo acuerdo. Tras temporada y meda en Sevilla está de nuevo en Vigo para alegría del Celta.