El Celta necesitaba ganar para seguir en la Copa del Rey y Berizzo dispuso una alineación con presencia mayoritaria de teóricos titulares. Lo más destacable fue la inclusión en el once de Santi Mina en lugar de Orellana. El canterano veía así cómo se premiaba su buen partido en la ida de la eliminatoria. Los prolegómenos del encuentro tuvieron un protagonista: Paco Herrera. El ex técnico céltico volvía a casa y Balaídos lo recibió como merecía, con mucho cariño.
Los celestes salieron con ganas. La triste marcha del equipo en Liga en las últimas jornadas hacía necesaria una alegría y la Copa parecía una ocasión propicia para desmelenarse y para recuperar el gol, ese bien escaso en los últimos tiempos.
Dos ocasiones consecutivas antes del minuto 5 despertaron a la afición de Balaídos, un tanto escasa en número y fría en ánimo. Mina fue protagonista en ambas. En la primera, ni Nolito ni Larrivey llegaron a rematar un incisivo pase suyo. Después, el canterano se sacó de la manga un gran disparo que el meta visitante logró despejar gracias a una buena estirada.
El partido se iba animando porque la UD Las Palmas, liderado por Nauzet Alemán, trataba de estirarse. De hecho, obligó a Rubén a emplearse a fondo en un lanzamiento de córner. El portero evitó el gol olímpico. El Celta, por su parte, lo intentaba con disparos desde la frontal.
El gol, que tanto se resistía en llegar en anteriores encuentros, no tardó en aparecer. Nolito inició la jugada. Envió el balón a Álex López y este vio a Larrivey. Con un poco de suerte -el pase pegó en un defensa- llegó el esférico al argentino, que no falló ante Raúl Lizoain.
Dudas despejadas. Ansiedad aplazada. El gol, necesario para pasar la eliminatoria, ya había llegado. El Celta se propuso seguir disfrutando, destapar del todo el tarro de los goles. Pero en la primera mitad evidenció que el punto de mira sigue un tanto desviado. Krohn-Dehli y Álex López lo intentaron con ahínco, pero sus disparos o bien se marchaban desviados o bien eran repelidos por el portero. Larrivey también se unió a este recital de errores. El árbitro, el polémico Fernando Teixeira Vitienes, quizás porque sentía que estaba pasando un poco desapercibido, quiso ser protagonista en esta primera mitad. Pasada la media hora, decidió expulsar a Berizzo, que le estaba protestando una rigurosa tarjeta amarilla a Santi Mina. Ernesto Marcucci, el segundo del técnico celeste, tomó el mando en el banquillo.
La segunda parte empezó muy bien para el Celta. Solo habían transcurrido cuatro minutos de juego cuando Nolito, en una sus habituales arrancadas desde la banda izquierda hasta el centro, encontró un hueco en la zaga canaria. Envió un pase medido a Santi Mina, que le había ganado la partida al ex céltico Ángel, demasiado lento en comparación con el canterano, y batió a Raúl Lizoain.
Parecía que la eliminatoria estaba solucionada, que el resto del partido sería solo un trámite en el que los celestes se gustarían y recuperarían sensaciones. Pero no fue así. El Celta se relajó en exceso tras el tanto y solo tres minutos después la UD Las Palmas tiró de manual para elaborar una contra de libro. Nauzet la culminó de cabeza en el segundo palo al rematar un inapelable centro de David Simón.
Eliminatoria totalmente igualada. El fantasma de la prórroga empezó a planear sobre Balaídos. Teniendo en cuenta que el Celta disputa un importante partido de Liga este mismo viernes, tener que jugar 30 minutos más sería todo un engorro. Sin embargo, el partido se durmió, los ánimos se enfriaron.
Apareció Teixeira para despertarlo. En el minuto 66, enseñó la segunda amarilla al visitante Aythami por una entrada sobre Nolito. El encuentro se puso de cara para los vigueses, que marcaron poco después, pero el hiperactivo Teixeira decidió anularlo. Ya es mala suerte que te anulen tres goles en dos partidos, pero parece que aquí el árbitro acertó -no como Del Cerro en Málaga-. Santi Mina hizo falta al defensa en el momento de enviar el pase a Larrivey.
Aparecieron las prisas por marcar y las imprecisiones. El quiero y no puedo de, por ejemplo, el partido contra el Eibar estaba viviendo un nuevo capítulo. Nolito lo intentó con un disparo desde la frontal. Los centros volaban sobre el área y la UD Las Palmas esperaba que llegase su ocasión a la contra.
Tuvo que aparecer Orellana, que había saltado al campo solo unos minutos antes. Cuando parecía que la prórroga era irremediable, el chileno salió al rescate para batir a Raúl Lizoain con un disparo cruzado en el minuto 91. Al final, Paco Herrera no pudo aguarle la Copa a su querido Celta. Ahora, el conjunto celeste espera rival de la eliminatoria entre Athletic y Alcoyano.
Celta: Rubén Blanco; Jonny (Augusto Fernández, min. 75), Sergi Gómez, Fontás, Planas; Radoja (Hugo Mallo, min. 89), Krohn-Dehli, Álex López; Santi Mina (Orellana, min. 77), Larrivey y Nolito.
UD Las Palmas: Rául Lizoaín; David Simón, Marcelo Silva, Aythami, Ángel López (Christian, min. 53); Jesús, Hernán (Momo, min. 63); Nauzet Alemán (Tana, min. 81), Roque, Culio; y Araújo.
Goles: 1-0, min. 18: Larrivey; 2-0, min. 49: Santi Mina; 2-1, min. 52: Nauzet Alemán; 3-1. min. 91: Orellana.
Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Mostró tarjetas amarillas a los jugadores de Las Palmas Ángel López, Marcelo Silva y Nauzet Alemán; y a los célticos Santi Mina y Nolito. Expulsó al técnico local, Eduardo Berizzo, en el minuto 32 y al jugador visitante Aythami por doble amarilla en el minuto 66.
Incidencias: Partido correspondiente al partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Balaídos ante unos 10.000 espectadores.