Lo había vaticinado el community manager del Celta en sus redes sociales y se quedó corto. Balaídos vivió ante el Real Madrid un arbitraje escandaloso. Por suerte, el equipo vigués no se juega gran cosa a esta altura de la temporada, ya que si no a esta hora tendría un grave problema.
La historia de los enfrentamientos entre el Celta y Real Madrid está plagada de arbitrajes complacientes con el equipo blanco. Como ocurre de forma habitual en el fútbol español, las ayudas a los dos todopoderosos son moneda habitual. Sus rivales ya está acostumbrados a ello, pero lo visto este sábado en Balaídos va más allá de los tradicionales «robos».
Tres penaltis, cada cual más irreal y fantasioso, pitó un trencilla de apellidos González Fuertes. Su surrealista actuación estuvo plagada de errores groseros, pero en ninguno de los más graves tuvo la más mínimo duda. Favoreció al grande, que al final siempre es lo más fácil, y perjudicó al Celta, cuya voz siempre es limitada. Así es La Liga española, seguro que no les coge de sorpresa.
Inicio trepidante
El inicio fue trepidante. El Celta salió sin ningún tipo de complejos a por los visitantes en su campo. Tal y como se esperaba, los celestes dominaron el centro del campo para buscar entre líneas a Aspas, eje de todo el ataque vigués. De las botas del moañés salieron las mejores jugadas en el arranque.
Pudo marcar Iago con su diestra y también Denis en un gran disparo desde fuera del área que Courtois sacó con una excelente mano. Antes había cabeceado a la red lateral Benzema. Pero fue una torpeza de Nolito la que puso al conjunto blanco en ventaja.
Una pérdida tras un saque de esquina cegó al gaditano, que apretó a Militao sin control y provocó el primer penalti discutible de la jornada. Benzema no falló desde los once metros. Pudo empatar el Celta en la siguiente jugada en un libre directo. Ahí apareció de nuevo Courtois, que voló a la escuadra para sacar un balón que Aspas ya celebraba.
Gol anulado a Galhardo
No pudo llegar el portero belga al remate de cabeza de Galhardo que suponía el empate, pero la intervención del VAR anuló el gol. Aspas, en más que dudoso fuera de juego -el balón ya lo había tocado Courtois- en el remate del brasileño, impidió a Alaba sacar el balón cuando se colaba en la red.
Lo que no pudo parar ni Courtois ni el VAR fue el gol de Nolito en una jugada de tiralíneas. No había estado acertado en todo el partido el andaluz, pero sí tuvo el olfato para esperar en el área el centro perfecto de Galán. Tras el empate, continuó la tromba céltica, mucho más entonado ante un Madrid noqueado.
Piscinazos por la banda derecha y por la izquierda
Coudet retiró a Galhardo, agotado por el esfuerzo, y dio entrada a Cervi. En medio del acoso vigués, llegó el segundo penalti del día. Este todavía más inexistente que el anterior. Un piscinazo de Rodrygo acabó de nuevo en el punto de pena máxima, pero esta vez Dituro sí intuyó el lanzamiento de Benzema para detenerlo.
González Fuertes entró en locura absoluta y dos minutos después repetía la misma jugada. Piscinazo de Mendy y penalti. Ver para creer. Ahora, el francés engaño al argentino. La situación fue tan estrambótica que el público acabó tirando de sorna para pedir «¡penalti, penalti, penalti!» en cada jugada.
De ahí hasta el final, el Celta lo intentó con todo lo que pudo, pero no tuvo suerte de cara a portería.
Próximo partido: Espanyol-Celta, el 10 de abril (16:15 horas).
Celta: Dituro; Kevin, Aidoo, Murillo, Javi Galán; Beltrán (min.72, Beltrán); Brais Méndez (min.81, Orbelín), Denis Suárez, Nolito (min.72, Santi Mina); Aspas y Galhardo (min.60, Cervi).
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (min.61, Carvajal), Alaba, Militao (min.85, Nacho), Mendy; Casemiro, Kroos (min.85, Ceballos), Modric (min.74, Valverde); Marco Asensio (min.61, Rodrygo), Vinícius, Benzema.
Goles: 0-1, min.19, Benzema, de penalti; 1-1, min.51: Nolito, a centro raso de Galán; 1-2, min.70: Benzema, de penalti;
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró cartulinas amarillas a Galán, Galhardo y Murillo.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 30 de La Liga disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante 15.714 espectadores.