Una, dos y tres veces. Las dos primeras, tras libre directo sacado por Sisto; la tercera, a la salida de un córner, también del danés. Así se resume el vital triunfo que logró este domingo el Celta ante el Eibar. El desconocido acierto a balón parado estuvo aderezado por otro gran partido del Tucu Hernández y una solidez defensiva que el equipo necesitaba recuperar para enderezar el rumbo en la Liga.
Y es que por quinta vez esta temporada, es decir, en todos los partidos de Liga excepto ante el Espanyol, el Celta golpeó primero. Fue en pleno dominio eibarrés cuando una contra acabó en libre directo. La falta tirada por Sisto contó con la colaboración de la defensa local, que salió tarde al fuera de juego y dejó solo a tres jugadores célticos. Cabral se adelantó y remachó a la red.
Evidentemente, el Eibar tiene un problema en ese tipo de jugadas. Se confirmó cinco minutos después, cuando una acción idéntica, acabó convirtiéndose en el segundo gol del Celta. En esta ocasión, Sergi Gómez entra en posición legal y no llega a tocar el balón centrado de nuevo por Sisto, pero el balón acabó entrando sin que Dmitrovic pudiese hacer nada por evitarlo.
Pero lo nunca visto en Casa Celta fue un tercer gol en jugada a balón parado en una primera parte. La misma historia se repitió en el minuto 38. Un córner en corto para Sisto y su centro lo remata solo en el área Tucu Hernández con toda la defensa vasca saliendo mal al fuera de juego. Una bendición para el Celta, necesitado de puntos y de una victoria que reforzase su moral tras perder dos puntos en el último suspiro ante el Getafe.
El contundente resultado de la primera parte no hacía justicia a lo que se había visto sobre el terreno de juego, pero el fútbol es así de caprichoso. El equipo de Unuzé no brilló ni resolvió su ya particular problema a la hora de sacar el problema, pero fue efectivo y no perdonó, algo que sí le había ocurrido de forma preocupante en este inicio de Liga.
De nuevo se sostuvo el Celta sobre la base del Tucu Hernández. El chileno le da carácter al bloque, marca la pausa, sostiene el centro del campo, en definitiva, es un pilar ahora mismo imprescindible. Si además marca goles, miel sobre hojuelas.
En la segunda parte, con todo a favor, se pudo ver a un conjunto más compacto. No había prisas, tan solo era necesario evitar el corre calles para que los minutos se consumiesen. Lo entendieron los jugadores a la perfección, tampoco apretó en exceso el Eibar, quizás porque el dominio céltico fue en aumento sin ningún tipo de fisuras.
Wass hizo el cuarto en un perfecto contragolpe y Unzué dio merecido descanso al Tucu. Además, también hubo tiempo para que Guidetti regresase a los terrenos de juego tras la lesión que lo tuvo apartado desde el último partido de pretemporada.
Eibar: Dmitrovic; Capa, Paulo, Gálvez, José Ángel; Escalante, Dani García, Inui (Sergi Enrich, min. 36), Bebé; Kike y Charles (Jordan, min. 62).
Celta: Sergio; Mallo, Cabral (Fontás, min. 63), Sergi Gómez, Jonny; Tucu (Jozabed, min. 74), Lobotka, Wass; Aspas, Sisto y Maxi (Guidetti, min. 75).
Goles: 0-1, min. 16: Cabral, de cabeza, a saque de libre directo botado por Sisto; 0 -2, min. 22: Sisto, de falta directa, en jugada idéntica a la anterior. 0-3, min. 38: Tucu Hernández remata otro centro de Sisto tras una saque de esquina. 0-4, min. 71: Wass remacha una gran jugada colectiva.
Árbitro: Fernández Borbalán. Amarillas a Escalante, Cabral y Dani García.
Incidencias: Sexta jornada de Liga disputada en el estadio de Ipurúa.