Tanto Eduardo Berizzo como Maurico Pellegrino dispusieron sus onces de gala, los mismos que en Balaídos. Ambos equipos estaban preparados para una última batalla que se esperaba dura, muy disputada y, sobre todo, igualada. La primera parte cumplió con los pronósticos, ya que hubo ocasiones para los dos conjuntos, que se repartieron el dominio.
El Alavés fue el que mandó en los primeros minutos. El Celta, prudente, saltó al campo ordenado, sin ofrecer concesiones, y más conservador de lo que suele ser habitual. El cojunto local se acercó a la portería defendida por Sergio y avisó en un par de ocasiones. En la primera, Toquero no llegó a un buen pase de Ibai. En la segunda, Deyverson se aprovechó de una pérdida de balón de Tucu Hernández para disparar desde la frontal. El lanzamiento se marchó fuera.
El Celta al fin pudo correr en el minuto 10 y dispuso de una oportunidad clarísima. Marcelo Díaz abrió a la banda derecha, donde se incorporaba Hugo Mallo. El lateral envió el balón al corazón del área y Iago Aspas, con un prodigioso control -con túnel incluido- se zafó de un rival y se dio la vuelta para rematar. Su disparo fue desviado por Pacheco, que rozó el esférico con la punta de los dedos y lo desvió a córner. Como en la segunda parte del encuentro de ida, el Celta comenzaba perdonando.
El encuentro se equilibró con el paso de los minutos. La pelota ya no era del Alavés. Eso sí, en el 19 Ibai a punto estuvo de adelantar a los vascos. Su lanzamiento de falta directa se fue fuera rozando el larguero.
Se estaba viviendo una intensa batalla en Mendizorroza y pasado el ecuador de la primera mitad volvió a avisar Iago Aspas. Tras un mal despeje de cabeza de un rival, el balón le cayó al moañés en la frontal. El delantero del Celta quiso sorprender a Pacheco con una vaselina. El balón se marchó alto por poco. Fue la segunda ocasión clara de los celestes.
El último tramo de la primera parte fue igual de disputado que el inicial, pero no hubo ocasiones. Había mucho que perder y ambos equipos estaban siendo prudentes. Así se llegó al descanso, con todo por decidir y con el Celta obligado a mostrarse más incisivo en ataque.
La segunda parte comenzó igual que la primera: con el Alavés atacando. El conjunto local se lanzó a por un gol que decantase de su lado la eliminatoria y el Celta sufrió. Pasaban los minutos y los de Berizzo no mejoraban. Parecían incapaces de dar más de dos pases seguidos y se mostraba inoperante en ataque. El Alavés, empujado por Mendizorroza, estaba arrinconando al Celta y lo hacía sufrir a balón parado.
Los celestes pudieron respirar en el minuto 60 y dispusieron de su primera ocasión del segundo periodo. Sergio sacó en largo, el balón le llegó a Aspas y este envió un servicio a Wass, que se encontraba en el segundo palo. Un defensa alavesista le arrebató el esférico al danés, pero Mateu ya había anulado la acción por un claro fuera de juego.
Tras esta acción, el Celta recuperó el balón durante unos minutos, pero fue solo un espejismo. El Alavés volvió a la carga y dispuso de dos oportunidades bastante claras. En la primera, el salvador fue Sergio, al repeler un disparo de Ibai desde la frontal. En la segunda, Deyverson disparó demasiado alto tras una contra llevada por Camarasa.
El Celta se estaba mostrando totalmente inoperante y Berizzo decidió mover el banquillo en el 73. Bongonda, prácticamente inédito en ataque, le cedió su puesto a Pione Sisto. Los célticos intentaron serenarse y Wass, de cabeza, probó a Pacheco. El meta paró el testarazo sin excesivos problemas.
Pellegrino introdujo en el campo a Édgar en lugar de un cansado Toquero y este cambio acabó siendo fundamental. Camarasa peinó un balón largo y este le llegó a Édgar, que se internó en el área y, con tiempo para pensar, batió a Sergio.
Berizzo reaccionó de inmediato y metió en el campo a Guidetti para buscar el gol que le diese el pase al Celta. Pero el Alavés consiguió enfríar el partidos en los últimos minutos y el conjunto celeste no dispuso de ninguna ocasión clara a pesar de que Mateu descontó seis minutos. De hecho, el Alavés pudo sentencian en el 95, cuando el Celta estaba volcado. Sergio le ganó un mano a mano a Camarasa.
El marcador no se volvió a mover y Alavés y Barcelona jugarán la final de la Copa del Rey el 27 de mayo.
Alavés: Pacheco; Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Theo; Marcos Llorente, Manu García; Toquero (Édgar, min. 78) (Alexis, min. 92), Camarasa, Ibai (Vigaray, min. 87); y Deyverson.
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Marcelo Díaz (Guidetti, min. 82), Radoja, Tucu Hernández; Wass (Rossi, min. 85), Bongonda (Pione Sisto, min. 73) y Iago Aspas.
Gol: 1-0, min. 81: Édgar
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Feddal y Theo; y a los visitantes Iago Aspas y Marcelo Díaz.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio de Mendizorroza ante 18.840 espectadores.