Suspenso (II): Minutos mal aprovechados
El torneo del KO siempre ha servido como escenario para que los futbolistas con menos minutos en Liga se reivindiquen. Hombres como Augusto Fernández, Madinda y Charles salieron a la palestra en busca de protagonismo. Pero su actuación en la noche del martes dejó mucho que desear. El argentino, subcampeón del mundo el pasado verano, todavía persigue su mejor versión tras las dos lesiones que le impidieron empezar a tope la temporada. Madinda pasó desapercibido durante toda la primera mitad y fue sustituido en el descanso y Charles no se mostró como una alternativa de garantías -a día de hoy- para Larrivey. El brasileño no tuvo presencia en el juego de ataque y desperdició una oportunidad clara para empatar la eliminatoria en los últimos compases del encuentro.
Aprobado (I): Distintos hombres, mismas ideas
A pesar del fatal bagaje defensivo, el Celta demostró que aunque se cambien las fichas sobre el tablero, la propuesta continúa siendo la misma. De los futbolistas que saltaron al césped el pasado sábado en Balaídos ante el Eibar solo se mantuvo en el once Gustavo Cabral, lo que no impidió que el cuadro vigués siguiese siendo ese equipo que acostumbra a querer la posesión del balón y utilizar el juego combinativo como arma para dañar al rival. Es cierto que faltó frescura en el centro del campo, velocidad en las bandas y mayor intensidad en la presión, pero los mimbres de este Celta de Berizzo permanecieron presentes con diez caras nuevas.
Aprobado (II): El resultado
El Celta remendó en los diez últimos minutos una eliminatoria que se había puesto demasiado cuesta arriba. El gol de Santi Mina deja el encuentro de vuelta, que se disputará en Balaídos el próximo martes 16 de diciembre (20.00 horas), muy abierto. Es una máxima futbolística conseguir marcar fuera de casa en los cruces a doble partido, y más cuando la sangre celeste ya casi había llegado al río con un 2-0 en contra y un penalti errado por parte del conjunto amarillo.
Notable: Santi Mina
La mejor noticia para Berizzo fue Santi Mina. El canterano no está contando esta temporada con la confianza que había depositado en él Luis Enrique, pero cada vez que goza de una oportunidad la aprovecha. Primero lo hizo en Liga contra el Levante, sacándose de la manga la jugada que aquella tarde abrió el marcador; y ayer fue el salvador de sus compañeros. El vigués mostró mucho desparpajo y determinación durante los noventa minutos y asumió los galones para lanzar -dos veces- el penalti que dejó abierta la eliminatoria.