Larrivey (o Augusto, si Competición atiende la petición celeste) se enfrenta a entre cuatro y doce partidos de sanción. Así los especifica el artículo 94 del Código Disciplinario de la RFEF: «Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos«. Teniendo en cuenta las circunstancias y que ninguno de los dos jugadores que podrían ser castigados son reincidentes, se espera que Competición aplique la sanción mínima.
No hay que irse muy lejos para encontrar un precedente similar. Al Celta ya le ocurrió algo muy parecido en la temporada 2009/10. En aquella ocasión, se produjo una trifulca en el túnel de vestuarios tras un Celta-Albacete. Roberto Trashorras propinó un puñetazo al guardameta Antonio Notario, que había sido compañero suyo en el conjunto celeste la campaña anterior, pero el árbitro, Piñeiro Crespo, reflejó en el acta que había sido David Catalá el agresor.
El propio Trashorras confesó unos días después. Dejó claro en rueda de prensa que el implicado en la pelea había sido él y no el central. Sin embargo, el Comité de Competición hizo oídos sordos. A Catalá le cayeron cuatro partidos de sanción. El Celta, además, había presentado numerosas pruebas que atestiguaban que la versión de Trashorras era la correcta e incluso Antonio Notario intervino para negar que hubiese sido agredido por David Catalá. Pero esto tampoco pudo impedir la injusta sanción. Competición decidió dar más validez a la palabra del árbitro, reflejada en el acta, aunque hubiese quedado claro que Piñeiro Crespo se había confundido. Catalá no obtuvo el perdón tampoco en Apelación.
En el acta del partido de este viernes, Gil Manzano señaló lo siguiente: «Una vez finalizado el encuentro, cuando nos encontrábamos ya en el interior del túnel de vestuarios y nos disponíamos a acceder a nuestro vestuario, el jugador del Real Club Celta de Vigo Nº11, D. Joaquín Óscar Larrivey, se dirigió a mí en los siguientes términos: «Eres un ladrón»«.
A las pocas horas, Larrivey respondió al colegiado en la red social Instagram negando los hechos y mostrando su indignación. «Jamás utilicé ese término para dirigirme a ningún árbitro en mi vida. Es un error grave por parte del que realizó el informe y espero que lo ‘revean’ porque no merezco que se me adjudiquen estas palabras que nunca dije ni pensé «, expresó.
Augusto, también en Instagram, dejó claro que el árbitro se había equivocado, que había sido él el que le había llamado «ladrón». También pidió disculpas al colegiado, a sus compañeros y a la afición. «Fui YO la persona que dijo esa palabra que tanta vergüenza me hace sentir, pero que asumo totalmente ya que como profesional y como capitán del equipo no me lo puedo permitir, jamás en mi vida falté el respeto a ningún árbitro, y si bien soy de enojarme mucho producto de cómo vivo este deporte siempre tengo el respeto inculcado desde pequeño como base principal. Es por eso que ante todo quiero pedirle disculpas al árbitro».
Por tanto, parece claro que Gil Manzano se equivocó. El Celta así se lo trasladará a la RFEF. Habrá que esperar para saber si esta petición es atendida y es Augusto el sancionado en lugar de Larrivey.