La seguidora del Celta, integrante de la Peña Sempre co Celta, ubicada en Río Alto, comenzó a sangrar al recibir el impacto y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios. Una ambulancia la trasladó hasta el hospital Povisa, donde recibió dos puntos de sutura.
La propia peña denunció este hecho a través de su perfil de Facebook publicando además una fotografía de las consecuencias del suceso. En ese mensaje, aparte de relatar lo ocurrido, los miembros de Sempre co Celta lamentaban que cualquier día pudiera suceder «una desgracia mayor».
No es la primera vez que una persona resulta herida por este tipo de desprendimientos. En mayo de 2014 un joven que paseaba por los bajos del estadio también sufrió la caída de un cascote en su cabeza y tuvo que ser atendido en el hospital Xeral debido a sus heridas.
Además, son múltiples los sustos que ha dado el viejo Balaídos a lo largo de los últimos años debido a su deficiente estado. Sustos porque esos múltiples desprendimientos no llegaron a impactar en personas pero sí han caído cerca de aficionados o peatones.