El retorno de Luis Enrique llega en su momento más dulce, aupado a la primera posición de la tabla, tras doblegar al Real Madrid en el Camp Nou y avistando el título de Liga al final del camino. Todo va bien en Barcelona. Tras los vaivenes del inicio de temporada, los culés parecen haber encontrado al hombre que buscaban después de que Guardiola les dejara huérfanos. Fue a costa de un Celta que por un momento se vio abandonado.
Esa sensación duró poco porque llegó Berizzo. El argentino enseguida llenó el hueco del asturiano en el corazón del celtismo. Y no solo por su pasado celeste, sino por la versión 2.0 que el equipo plasmó sobre el campo nada más abrirse el telón de la Liga. Si bien el juego desplegado y los planteamientos tácticos pueden prestarse a la subjetividad, los números indican que el Toto ha mejorado, al menos hasta ahora, a su predecesor.
En estos momentos el Celta suma 35 puntos, dos más que la temporada pasada a estas alturas. Y su andadura ha sido mucho más plácida. El equipo no solo ha vivido siempre fuera de los puestos de descenso –Luis Enrique los sufrió en dos ocasiones- sino que no ha bajado nunca de la duodécima posición que ocupó al término de la vigésima jornada. Berizzo también sale ganando en esta comparativa a la hora de ver el saldo goleador. Actualmente, el Celta ha encajado dos goles más de los que ha marcado, mientras que la temporada pasada lastraba un déficit de seis tantos.
En cualquier caso, la función está por concluir. En las últimas diez jornadas Luis Enrique dio un vuelco a los datos y se marchó dejando al Celta en la novena posición, con 49 puntos y un ‘gol-averaje’ de -5. Berizzo tiene diez jornadas para sumar 14 puntos y demostrar si su Celta es o no una versión mejorada del que heredó.