De los peores momentos hemos aprendido que separados y callados nunca hemos logrado salir. Ni nosotros ni ningún otro equipo y afición. Las opciones aumentan progresivamente cuando nos mostramos al lado del equipo, cuando nos dejamos las gargantas en el estadio, cuando empujamos hasta el último minuto.
Así fue tras el ‘play-off’ de Granada, tras el cese de Herrera o en los peores meses con Luis Enrique. Y todos hemos escuchado cómo el equipo lo agradece enormemente. Cómo ha sido un punto más a favor en muchos fichajes para venir a Vigo. Por lo que debemos siempre recordar de dónde venimos pero también cómo hemos venido. Porque ello nos hace más fuertes.
La primera piedra, aunque parezca nimia y sin importancia, es mostrar nuestro apoyo el sábado en A Madroa. Y pase lo que pase en Getafe, el día 31 ante el Córdoba. Aunque no nos guste algún jugador o alguna alineación. O no entendamos los cambios. Juntos, unidos, todo se logra».