“Me quedo en general con la paciencia de tener el balón y esperar para hacer daño. No ha sido fácil crear daño”, declaró el técnico navarro.
“El resultado no es el que nos hubiese gustado”, indicó, pero destacó que el conjunto vigués tuvo “el control del juego un 60 o 70 por ciento del tiempo” mientras el rival se limitaba a “replegarse”.
En el debe de la plantilla, Unzué ha echado en falta un “poquito más de velocidad y fluidez” a la hora de mover la pelota pero ha recordado que el equipo “está en proceso”.
Aunque no quiso personalizar, el entrenador celeste celebró el nuevo gol de Maxi Gómez, que al igual que Lobotka “son chicos jóvenes que van encontrando su sitio poco a poco” y “tienen una actitud fantástica”.
De cara al próximo encuentro contra la Roma, un rival “de más nivel”, el navarro confía en dar “otro pasito” para “estar más cerca de nuestro nivel óptimo”.