“No me gusta ponerle límites a nada”, declaró Unzué, que pretende “aspirar a todo” en cada partido y “disfrutar del proyecto” de cara a que los aficionados pueda “sentirse en cierta manera involucrados y orgullosos de lo que los jugadores puedan hacer”.
Aunque Unzué no ha querido traducir esa filosofía en metas clasificatorias, sí se mojó a la hora de hacer soñar al celtismo, que se quedó huérfano de títulos tras soñar con dos la pasada temporada. “¿Por qué no va a llegar el Celta a una final y la va a ganar? Es más, creo que Berizzo tenía una frase que venía a decir que a veces el soñador y los sueños se juntan. Me identifico con esa frase y por qué no vamos a soñar. Yo he soñado muchas cosas en mi vida y por suerte se han dado. Yo creo que tenemos motivos para pensar que se puede”.
El técnico navarro ha tenido palabras de elogio para su antecesor, al que ha dado la “enhorabuena” por el “fantástico trabajo que ha hechos estos años”, del que intentará “aprovechar todo lo posible”. Los resultados del Toto han hecho que Unzué tenga el listón muy alto, algo de lo que es consciente: “La exigencia es alta pero está en relación a lo que la plantilla y el club pueden dar. No es que me estén pidiendo unos objetivos por encima de lo que los jugadores pueden dar. Todo está en relación”, afirmó.
????Unzué: «Me siento muy ilusionado y muy contento de estar de vuelta en Vigo» #BenvidoUnzué #HalaCelta pic.twitter.com/Y4jcJqsW1g
— RC Celta (@RCCelta) 31 de mayo de 2017
El nuevo entrenador del Celta llega, junto a todo su cuerpo técnico, para dirigir al Celta por dos temporadas, pero ha dejado claro que, como sucedió con Luis Enrique, “los contratos, tal y como se firman en la actualidad, tienen vías de escape. Lo más normal es que se hagan vías de escape en ambos sentidos” si alguna de las partes quiere poner fin a la relación al término del primer año. Con todo, afirmó que su intención es “cumplir” su vínculo con el club vigués y “por qué no renovarlo”. “No tengáis miedo”, sentenció con una sonrisa.
El equipo de Unzué está formado por su gente de confianza en el Barcelona, pero todavía no está cerrado al cien por cien, ya que se espera incorporar un analista más. Por su parte, Nando, hasta ahora preparador de porteros en el filial, ascenderá al primer equipo. Además, el director de la cantera, Carlos Hugo García Bayón, compatibilizará su cargo con labores propias del cuerpo técnico para que haya “un legado” que se pueda transmitir a las categorías inferiores y quede de cara al futuro.
En este sentido, adelantó que en sus planes figura la idea de apostar por un proyecto “continuista”, tal y como demanda el club. “Si no, el club no me habría fichado a mí. El club tiene claro a dónde quiere ir. Ya viví este inicio de proyecto con esa idea de que el equipo tenga protagonismo, que quiera tener la pelota, que sea agresivo, persistente… que muestre motivos para que el público se identifique”, aseguró.
El momento de dar el paso
El técnico navarro, que se mostró «muy ilusionado y muy contento» por su regreso a Vigo, también valoró su decisión de recalar en el Celta, pasando a ser primer entrenador de un equipo. “Entendía que era el momento para dar el paso”, desveló al tiempo que desligó esta nueva etapa de la marcha de Luis Enrique del Barcelona. “Cuando me fui a Soria había gente que me trataba de loco”, añadió sabedor de que su fichaje «es una apuesta del club; yo la reconozco y la agradezco».
Por último, tuvo buenos recuerdos a su anterior club, pero evitó responder sobre las posibilidades que llegó a tener de entrenador al conjunto culé. Me siento un privilegiado en mi carrera pero sobre todo en los últimos años. “He estado 13 años en el Barcelona, en cuatro etapas diferentes, con roles diferentes, y sólo puedo tener palabras de agradecimiento”.