El objetivo, como en las dos ediciones anteriores, era ir de Vigo al embalse de Eiras y regreso, a través de un recorrido que superó los cien kilómetros cruzando los municipios de Redondela y Pazos de Borbén.
A las 9 de la mañana daban la salida a los participantes el concejal de Deportes, Manel Fernández; y el alcalde de Gustatoya, Jorge Orellana Pinto, localidad perteneciente al departamento de El Progreso (Guatemala), a beneficio del que se celebra este evento.
Los aguaceros de los últimos días dejaron el recorrido muy blando, por lo que los participantes fueron entrando en meta espaciadamente y con los rostros ocultos tras gruesas capas de barro, uno de los signos de A Gran Bikedada.
El recorrido se hizo a un ritmo muy rápido. En general, la prueba discurrió a una velocidad alta, a pesar de que este año la subida a Amoedo tenía más dificultad, así como el final en A Madroa, que ofrece dos kilómetros de subida muy exigente.
Los objetivos de A Gran Bikedada se centran en valores de superación personal, cooperación internacional y de difusión de los atractivos de la ruta.
No se conceden premios a los ganadores, porque la marcas establecidas se consideran referencias personales. Los mejores tiempos en el tramo cronometrado fueron los de Santiago Pereira, con un tiempo de 3:12.07; Adrián Chapela, 3:12.08; y Javier Fuentes, 3:12.09 en la distancia de gran fondo. Casi tres horas más emplearía el último clasificado.
En fondo, Francisco Javier Fernández Villarino y Gonzalo Torres marcaron idéntico registro, 2:14.15; mientras que el tiempo de cierre en esta distancia fue de 4:48.28. Por último en medio fondo Elena Martín Gil fue la más rápida en el tramo cronometrado, con 1:48.36, mientras que el tempo de cierre fue de 1:53.31.