Valverde, a pesar de que afrontaba la temporada con ciertas expectativas, asegura que «no me esperaba los resultados que he conseguido en 2014. He trabajado muy duro, pero no solo yo, también hay detrás un gran trabajo de los entrenadores y de toda la gente que me apoya». La segunda posición en el Campeonato de Galicia de ciclocross, en el que solo fue superado por Pablo Rodríguez, ha sido la guinda a un 2014 en el que ha conseguido muy buenos resultados. Por ejemplo, se proclamó campeón de Galicia sub-23 de BTT-Maratón, hizo varios podios en la Copa de España y se adjudicó en O Rosal la primera prueba del calendario de ciclocross.
Su progresión ha sido espectacular -«Mi entrenador se quedó muy sorprendido con estos buenos resultados», explica- porque Valverde es casi un recién llegado. «Llevo dos años compitiendo al máximo nivel, a los que hay que sumar otro año anterior que me sirvió para ir cogiendo tono y conocer este mundillo», explica. El ciclista del Val Miñor ha sido siempre un enamorado de la bicicleta, pero hasta hace unos años estaba centrado en otro deporte: «Yo jugaba al fútbol, pero tras el primer año de juvenil me aburrí y lo acabé dejando. Entré en el Club Ciclista Rías Baixas gracias a un vecino, que me dijo que fuera a correr con ellos».
Su objetivo para 2015 es «seguir creciendo como ciclista e ir aprendiendo año tras año». Aunque, de momento, este aprendizaje se producirá casi exclusivamente en el ciclocross y en el BTT. Ha corrido algunas pruebas en carretera, pero prefiere no centrarse aún en esta especialidad. «La carretera me gusta, pero es mucho más difícil destacar. Hay muchos ciclistas con gran nivel en esas pruebas. Pero tampoco descarto esa opción en un futuro». Y es que algunos de los más grandes del ciclismo en carretera destacaron antes en el ciclocross. Es el caso del campeón del Tour de Francia Óscar Pereiro o del potente ciclista eslovaco Peter Sagan, su gran ídolo y el espejo en el que se mira Valverde.
Su último gran éxito se produjo el domingo pasado en la localidad ourensana de Maceda. Se proclamó subcampeón de Galicia en una apasionante prueba élilte-sub-23. «Fue una carrera muy bonita y muy dura, con constantes ataques. En las dos últimas vueltas se fue Pablo Rodríguez -a la postre, vencedor de la carrera- y yo y otros tres ciclistas nos jugamos la segunda posición. Entre un poco mejor al tramo de asfalto y acabé batiéndolos al esprint», explica. Ahora, llega una nueva etapa en la que puede haber cambio de club, ya que el Club Ciclista Rías Baixas se está centrando más en su equipo de carretera.