Su profesor Óscar García se encarga de aplicar un método con el objetivo de “que los ciclistas no acumulen horas de entrenamiento que no sirven para nada”. Un modelo muy similar al del Sky, la formación británica que ha revolucionado el ciclismo profesional en los últimos tiempos, y al que también se ha sumado el Movistar.
Trabajando codo con codo con Marcos Serrano, director del equipo con sede en el Val Miñor, la labor de Óscar García y su equipo se centra en “evaluar a los ciclistas para después poder diseñar sus programas de entrenamiento con cierto rigor. Es algo que en el ciclismo se hace así de aquella manera y el corredor se tiene que buscar la vida con un entrenador. Nosotros hemos decidido hacerlo sistematizadamente”. El control de los corredores del Club Ciclista Rías Baixas se completa con las pruebas médicas del Dr. Diego Fernández en Cardiobaiona.
Sistema de trabajo
Durante los últimos meses en la facultad pontevedresa se ha venido aplicando el siguiente método: “Hacemos una evaluación de su composición corporal para ver su porcentaje de grasa y de masa muscular que tiene. Comprobamos si se encuentran entre los valores habituales de un ciclista élite. Después hacemos una valoración del sistema neuromuscular, para ver si son simétricos entre la pierna derecha y la izquierda, y de los flexores de la rodilla y los extensores para saber los niveles de fuerza que tienen. A continuación, pasamos a hacer una valoración funcional encima de la bicicleta para saber exactamente cuál es la potencia que el ciclista es capaz de aplicar al pedal y a partir de ahí poder determinar los ritmos de entrenamiento que le convienen para poder mejorar”, explica Óscar García.
El objetivo de este análisis tiene sus miras puestas en el futuro: “Con estos chavales tan jovencitos debemos tener cuidado de que no alcancen demasiado pronto todo su potencial de desarrollo porque pueden poner en riesgo su trayectoria deportiva. Este trabajo nos sirve para determinar cómo de ‘tierno’ está el corredor y planificar a largo plazo, no sólo para esta temporada”.
Convenio Marco
Este proyecto se desarrolla gracias al acuerdo alcanzado entre el Club Ciclista Rías Baixas y la Universidade de Vigo. “Para que no sea demasiado costoso para el club hemos hecho un Convenio Marco y todo este protocolo de evaluación y diseño está dentro de un proyecto de investigación. De tal manera, los datos que extraemos nos sirven para aumentar nuestros conocimientos sobre este deporte y esta categoría”, comenta el profesor.
Se trata de una iniciativa casi pionera porque “a nivel de España hay poco y no sé exactamente por qué razón. Entiendo que una de las funciones de la universidad es mostrar a la sociedad lo que puede ayudar a instituciones, en este caso clubes deportivos, más allá de cumplir con la formación de los alumnos. Nosotros le llamamos transferencia de conocimiento. Todos los datos que extraemos intentamos volcarlos para ayudar al crecimiento de los clubes”.
Óscar García detecta dos problemas para expandir esta iniciativa: “Uno, que los clubes pueden ser un poco reáceos por desconocimiento y, segundo, que no podemos dar cobertura a todos los que nos llegan, por una cuestión de tiempo y de recursos”.
Magníficos resultados
A nivel deportivo, los frutos de este trabajo no se han hecho esperar. La pasada campaña el Club Ciclista Rías Baixas dio un salto de calidad imponiéndose en el Campeonato de Galicia de fondo en carretera, tanto en Élite como en Sub 23, en el autonómico Élite de contrarreloj y finalizando la temporada como el octavo mejor equipo Sub 23 de España.
“La primera vez que Marcos Serrano y yo decidimos hacer esto pensábamos que nos iba a dar un buen resultado, pero después fue magnífico. Corregimos asimetrías que detectamos, iban más redondos en el pedaleo y el resultado deportivo sonrió, que no es determinante pero ayuda a darte la razón. Este año no teníamos duda de que tenía que seguir e incluso hemos evolucionado el modelo de evaluación. Ahora es más exhaustivo y lo hemos ajustado a las necesidades de estos ciclistas. También medimos fatiga, la prueba para determinar los vatios… vamos afinando cada vez más”, comenta el doctor en en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Vigo.
“En el ciclismo, al igual que en otros muchos deportes, se trabaja de una manera primitiva. Todavía en las federaciones deportivas y en los clubes no hay una cultura de entrenamiento. Ahora mismo el Dr. Zabala está trabajando en el Movistar y me consta que está haciendo un magnífico trabajo. El único equipo que lleva tiempo siguiendo estas pautas con rigor es el Sky, es el referente que ha asentado lo que son las bases del entrenamiento moderno en el ciclismo. Lo han conseguido porque el patrón del equipo ha decidido darle cancha a quién le sugirió que había que cambiar la forma de entrenar. Hay gente válida para desarrollar esto en España y en Galicia, el problema es que te dejen trabajar”, concluye Óscar García.